Las cartas del hambre de Rubén García García
Una multitud observa cómo se reparte la última porción de alimento. Entre ellos hay un niño que sobresale: tiene una mirada amarga y cercana al rencor. Llegó al campamento con el deseo de mordisquear un pan y llevarle a su madre enferma otra porción. Se ha quedado sin nada; regresará sin hambre, pero con una fiera recién nacida en el alma.
Texto agregado el 19-02-2017, y leído por 268
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Todos tenemos ese Jeckyl sediento de venganza y de cuerpos ensangrentados, está anidando muy dentro de cada uno, esperando esa chispa que loo haga renacer, muy bien. Saludos desde Iquique Chile. vejete_rockero-48
20-02-2017
Crazy, me leyó el pensamiento. Te abrazo tan fuerte!!! MujerDiosa
20-02-2017
Una vida que es como es. No como debería de ser. Cinco aullidos hambrientos yar