Me invitas a un paseo por las imágenes de tu vida. A un plácido recorrido por los álbumes que contienen los últimos veinte años de tu intima excursión por los senderos de la incertidumbre. Un extenso viaje como el de todas las demás personas, colmado de aciertos y errores, alegrías y tristezas, de constantes inicios e irremediables finales.
Compartimos un indeterminado desfile de fotografías atiborradas de abundantes historias para mi desconocidas, alternas amenos relatos enlazandos viejos sentimientos que giran cálidamente sobre emocionados comentarios.
Particularmente hay tres imágenes que llaman poderosamente mi atención; creo que tienen una gran importancia por la evidencia gráfica reflejada en afectos retratados juntos a cada una de ellas.

"Así me gusta Rengo" Se titula la única imagen en donde sales abrazada con una pareja. (Define su importancia el simple hecho que tenga un encabezado, todas las demás carecen de esto) Tomada el 21 de Febrero del año 2015 en la ciudad de Rengo. Es una de las pocas fotografías donde observo tu mirada colmada de vida y alegrías, una mirada atestada de deseos y amor; en donde reluces cariño en forma natural, sentimientos que surgen desde dentro de la lógica que solo una mujer puede entender y compartir.
Es una instantánea nocturna, usando la naturaleza como telón de fondo; ambos se retratan abrazados, tu con ambas manos sobre sus hombros, él mira fijamente el lente de la cámara. Sus rostros juntos, ambas mejillas cómplices; sonríes con picardía y travesura. No existe otra gráfica en donde te veas tan feliz. Recuerdo que la primera vez que la ví, pensé ¿Sí él te hace feliz, que mierda haces acá?
Me hubiese encantado saber que estaban pensando, o de donde venían o hacia adonde iban; pero hubiera perdido toda la magia e intimidad de aquel momento y que pertenecía solamente a ustedes dos. Una infinidad de veces he visto esa forma de mirar en las facciones de mujeres enamoradas, y debo reconocer que me encanta.
Me hace reír de buena gana un juguetón comentario posado a los pies de la imagen. Habla acerca de lo reluciente que luce tu cabello. En Chile existe una leyenda urbana que dicta que mientras más formidable y de buena calidad sea el sexo, beneficia de excelente manera la salud de tu cabellera.

La segunda instantánea me afectó mucho la primera vez que la vi; es una fotografía sin título, tomada el 13 de enero del año 2009. Nunca había advertido tanto vacío dentro del alma de una persona, tu espíritu yace casi sin vida detrás de tus ojos.
Estas retratada sentada en la barra de algún bar, y pareciera que la única compañía que tienes fuese una eterna soledad; tu mirada perdida y sin esperanzas en medio de una ruta desconocida. Hubiese dado cualquier cosa para saber que estabas pensando. Daba la impresión que buscabas algún signo que alejara toda esa mierda sin sentido que seguramente te cubría en ese instante. Pintas de agonía un alma rota; espero nunca más volver a ver esa expresión en tu rostro.
Lo único rescatable del cuadro, es el huevón que está sentado a tu derecha, viste una polera de Iron Maiden. Recuerdo que para aquel verano del año 2009 yo estaba en Santiago, había viajado para un concierto de esa misma banda.

La última fotografía estas en lo que pareciera ser un cumpleaños o algún tipo de festejo, tampoco tiene título y la tomaron el 10 de Octubre del año 2010.
Permaneces sentada en una mesa compartiendo con varios amigos; te acompaña Paul tu pareja de aquel entonces. Las cinco personas que forman parte del paisaje de la imagen ríen sinceramente mirando hacia la cámara, hay alegría en el ambiente y se puede palpar que es un momento muy grato.
Pero tu eres la única que no sonrie, portando una mirada inexpresiva, vacía, inmutable; como si no existiese nada por lo cual sonreír o festejar.
De las tres imágenes esta es la que más tristeza me produce. pero no es ningún tipo de lástima; quizás puedo ver o imaginar una falta de regocijo en su corazón. Estás acompañada, pero estas mas sola que nunca, caminas por el filo de las palabras "no me importa absolutamente nada".
Busqué pero no hay fotografías de ustedes juntos o abrazados, y lo más extraño que no compartan imagenes disfrutando uno del otro. Solo sé que en tus ojos hay una innegable carencia de amor y comprensión. La mútua indiferencia hace que ambos pierdan el necesario equilibrio que necesita una pareja para entregar y dar amor.
Cuando el entusiasmo se marcha de tu lado se lleva con él la fe, y demorará bastante tiempo en regresar.
Miras el obturador sin importarte una mierda y ni siquiera te molestas en ocultarlo. Llama mi atención la mirada de Paul, pues es tan vacia y obtusa como tus ganas de compartir juntos.

Ha pasado algún tiempo desde que viéramos juntos tus fotografías, y ahora estás en un nuevo proceso de vida, recuperando esas sonrisa extraviadas en las rutas de tu destino.
He visto nuevas imagenes que adornan tu paso por este camino desconocido, donde las sonrisa te son mucho más fáciles. Seré sincero al decir que amo verte de esta manera.