¡O no! No me gusta
el Este, su obscuridad
latente. ¡O no! Como me
entristece el Este, sus fuegos
fatuos incandescentes.
¡Quiero mudarme al Oeste!
Añoro sus árboles siempre
verdes, como amo el Oeste
y sus prados siempre albos.
Como amo sus ríos y sus
montañas níveas, como amo
sus pájaros y animales. Como
quiero y aprecio a sus gentes.
Hacia los puertos iré, en sus
barcas plateadas me embarcaré.
¡Eä! El que fuiste, eres y serás.
Llévame a las tierras imperecederas
del amor y libertad.
Texto agregado el 11-02-2017, y leído por 121
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