Si piensas que nada tiene sentido
saborea la miel que tu corazón desborda,
si no hallas una razón en este mundano laberinto
vete a sacarle la lengua a la vida
y elije de tu repisa el mejor de los libros.

Si has llorado como niña tonta
¡pues levántate!,
y sácale el polvo a la mujer que guardas,
ponte tu mejor falda
y que los perros sigan ladrando
de baba y de rabia en el asfalto.

-Nadie morirá de amor, mi hijita,
si los príncipes azules no son de tu agrado,
prefieres una docena de chicos malos
antes que un embaucador vestido de santo.

Todo va a estar bien,
si tienes salud e inteligencia,
el corazón sanará rápido,
todo estará bien
porque habrá días siniestros y otros blancos,
porque la coraza que tienes
es de un material blando.

Tanto mientas, mientras tanto
yo que me conformo con un puñado de amigos
y vasta literatura de antaño,
la tristeza morirá en mis manos
para contemplar el renacer de un sol
que, tímidamente, se ha asomado
y que entre las comisuras de mis labios
ha reposado liviano.