Sacado de un tintero (II)

¿Regresaste? Sé te pedí volver pero no esperaba que fuera en este preciso momento; sabes, tengo un caso, pues en verdad no sabría cómo explicarlo: desde unas semanas hay alguien que no se dio cuenta que podría dejar de existir, llorar o reír si por asomo en mi conciencia no posara esa acción. Le dejaría vil, energúmeno, con la hiel a flor de piel o muy por el contrario le daría nobleza y alegría con perfumes para su alma.

Pero ni duda tiene que puede andar sin los pensamientos que le di la otra noche, que ríe por los buenos ratos que puse a su lado. Lo arme con varias partes que encontré de aquí y de allá. Amalgame su estructura a solo charlar, pensar poco, mover en extremo sus manos, con un tono de soberbia pero sobre todo maledicencia. No pues, le deje sin amigos ni amigas; un solitario en medio de un cauce donde el bochorno del verano hace silbar su fétido humor.

Le pinte un hogar y un plácido empleo, donde se relaciona con harta gente que lo hace bufar de tanto en tanto pero ha osado, si leíste bien ¡osado! Decirme lo que quiere hacer por cuenta propia, se niega a seguir bajo mis órdenes y las secuencias de la historia. El muy insulso se ha declarado en rebeldía y planea convencer al teclado para aliarse con él pues eso ¡es inaudito! ¿No, te parece?

Se vería como el acabose de la narración, pero una vez más él se equivoca. No hay certeza en actuar bajo su libre albedrío y no basta con declararse en rebeldía para transformar su ser en algo que no le proveí; sin embargo lo observare unos segundos hasta que quede en el limbo sin saber el momento donde se quedara quieto, callado o dando las gracias al buen Dios porque es tiempo que entienda que es… un ser sacado del tintero en una de mis historias.

... tal vez haya más tinta para una III parte pero por ahora es lo que hay, recuerdame que volverás ....