De aquellos sentimientos no sentidos,
de aquel sentido inconsecuente
y aquella mirada imprevista.
De todo eso me alimenté.
Creé tu imagen en un reflejo de mi espejo
y deseé ciegamente tu deseo
sin importarme tu voz.
Silencié las evidencias,
y me desengañe con la objetividad.
Los reiterados ecos de voces críticas
finalmente envahecieron el espejo.
Tu reflejo se difuminó
y el ideal arquitectado se desmoronó
delante de mis ojos.
Texto agregado el 03-02-2017, y leído por 146
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