Empieza el día como cualquier otro
me levanto escuchando a mi papa
tocando la puerta con fuerza
diciendo que ya son las siete
y el primer pensamiento que tengo
es tu mirada, en tus gestos
aparte de la flojera que siento
de levantarme de la cama
con este frió de miércoles.

Y todo parece un día normal
preparando lo que será mí almuerzo
pero en lo que transcurre el día
hasta llegar al micro
y escuchar el perreo que pone el conductor
no dejo de pensar en ti
en los “porques”, en los “si será cierto”.

Y llegar al trabajo con el jefe
que te cree pulpo y te manda
hacer mil cosas al mismo tiempo
como si fuera la mujer maravilla
pero no importa pues en algo
me distraigo y alejo ese
pensamiento con el que me desperté.

Y así va pasando el día
con el trauma psicológico laboral
de todos los días
distraerme revisando mis correos
salir a la calle y ver a los tipos mañosos
escuchando todas sus vulgaridades.

Felizmente se acerca la noche
la hora de salida y de irme a mi casita
y el ruido de mi estomago pidiendo comida
pues ya es tarde y no he comido desde la una
pero no se como hago para trabajar
si tengo el fantasma de tu recuerdo
que me sigue desde que me despierto
y que esta a mi costado y no se despega de mi.

Pero llegare pronto a mi casa
tengo que dejar de pensar
alejar a ese fantasma que me confunde
y también comer pues muero de hambre
para lo que se reparte mi noche
con mi cena, conversar con la familia
ver las novelas de la noche
y después escuchar el llamado
de la cama a los dulces sueños para
empezar denuevo el mismo trajín diario.

Pero en toda esa rutina esta
ese fantasma que me sigue que
me hace pensar en ti y recordarte
y estoy confundida pues se
que no te quiero no te amo
bueno creo saber eso
pues no quiero pensar lo contrario
pero no dejo de pensar en ti
aunque te hayas alejado pienso mas
que cuando estabas cerca
solamente la diferencia es que
estoy melancólica pues te has ido.

Pero mi día ha sido como un día común
la diferencia es que te pienso y te extraño
pero quien no tiene un día así en su vida
creo que todos en algún
momento lo hemos tenido.