Inicio / Cuenteros Locales / hipsipila / Eros y Tanatos
Sin duda alguna mi espacio fetiche es un charco de aguas cristalinas de garganta, bordeado de alisos y de canchales donde solearse, de una longitud de piscina olímpica. En verano voy muy a menudo allí desde los días de mi adolescencia.
A este lugar mítico me traslado mentalmente en las situaciones en que me asalta el miedo, por ejemplo si me tengo que someter a una intervención quirúrgica.
Recientemente ingresé en quirófano pero la anestesia hizo efecto tan rápido que no me dio lugar a trasladarme a la presa.
La anestesia canta nuestra fragilidad y siempre temo no volver a despertar. Pero desperté y sentí un gran alivio, aunque tenía la garganta muy dolorida por el respirador.
-Me duele-dije.
-Normal-me dijo el anestesista.
Y acto seguido, a sabiendas de que yo estaba aún un tanto gagá, se encaminó a una enfermera y le tocó las tetas, cosa que debía de hacer con frecuencia pues a ella no pareció causarle asombro.
Esta escena me resultó francamente surrealista y pensé en el mito. Como soy un poco peliculera, pensé en el contraste de la situación: mientras yo acababa de vencer a Tanatos, el anestesista rijoso se entregaba sin pudor alguno a Eros, en un lugar la mar de inapropiado. De pronto la sala de operaciones se convirtió en símbolo de celebración de la vida.
Cosas veredes... |
Texto agregado el 02-02-2017, y leído por 238
visitantes. (16 votos)
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Lectores Opinan |
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04-02-2017 |
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*****He aprendido algo nuevo. Solo_Agua |
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02-02-2017 |
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Jaaa...me hiciste recordar algunas anécdotas. ***** grilo |
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02-02-2017 |
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Nacer, vivir, morir y entre esos extremos llenar todos los minutos con sus sesenta segundo, escribir y ser. Sí, ser, pues es más importante ser que tener. Vicherrera |
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02-02-2017 |
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Así es la vida y entre vida y muerte hay que VIVIRLA ome |
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02-02-2017 |
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Sí, amiga, celebración de vida y muerte, pero no cualquiera lo dice como lo has hecho tú. Te felicito y sabes bien que admiro tu ingenio. Un abrazo enorme, mí amada Hipsipila. SOFIAMA |
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02-02-2017 |
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Tu texto me remontó a mis años universitarios. Freud explicaba toda la conducta humana con base en el instinto sexual (Eros), fuerza que nos induce a procrear (hijos, literatura, inventos, arte…) Y con este impulso de vida terminaba su teoría. Pero horrorizado por las matanzas de la Primera guerra mundial se planteó la posibilidad de otro impulso, una fuerza contraria que nos estimula a la destrucción… y le llamó Thanatos. Nuestra vida se mueve entre esos dos polos. Felicitaciones. -ZEPOL |
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02-02-2017 |
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Creo que, después de leer tu instructivo relato, me dedicaré a la medicina. Tiran más dos tetas que dos carretas, pero si además las tetas son de una enfermera, ni te cuento...ufff!!+++++ crazymouse |
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02-02-2017 |
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En el escenario que describes,vida y muerte se recrean día a día.UN ABRAZO. gafer |
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02-02-2017 |
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Así es, la vida se enseñorea sobre todo, pero el poder de la muerte, tan inapelable y sincero, pronto apaga todo conato de latido. Menos mal que volviste, para presenciar una estampa de la existencia. guidos |
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02-02-2017 |
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En un lapso de cuatro meses me operaron seis veces, y lo que nunca he podido olvidar ese el picor de la anestesia y sus alucinaciones, muy buen relato. Saludos desde Iquique Chile. vejete_rockero-48 |
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02-02-2017 |
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Sin lugar a dudas, lo que cuentas ocurre en la vida real. !Que ironía de la vida! Saludos. nini |
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