TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / eibon / EL SITIO

[C:575782]

El Anti Estado I, II, III (Parafraseando a un escritor chileno cuyo nombre olvidé por completo)


I
Entienda que si le hablo de Usted es por la distancia que ahora siento después de haberle dicho que lo amaba con la vida, con mi vida y tener que sepultarle hoy junto las gardenias que nacieron en enero. Por los bulbos de tulipanes que mueren olvidados en una bolsa negra dentro de una matera sin tierra para plantarlos.
Y este usted le recordará que no hubo cercanía ni construimos juntos. Si acaso, destruimos mutuamente los Estados de ojos verdes y olores a lumbre y hogar, construyendo de esa destrucción un miserable Anti Estado.
No se sienten mariposas ni dentro ni fuera. Y usted se entera, no está ajeno a este sentir porque no tiene cómo desprenderse del vacío que se agranda en la soledad.
Recuerdo entonces a Manue, acariciando mi espalda en las noches tristes cuando volví a mi casa paterna. Con su camándula en la mano derecha la encontré en brazos de su Dios, mientras el viento agitaba el viejo sauce del patio y las gardenias florecían por primera vez.
Es que en estos Anti Estados uno asocia los desprendimientos de llanto del alma y los viajes sin regreso de quienes bien nos amaron.
Un Anti Estado en el que se anestesian las pasiones y se duermen los sentires como si se fueran de uno por un tiempo. Entonces aparentamos frivolidad, aparentamos indiferencia y nos reímos con los demás para que nadie pueda leer aquel desteñido letrero que decía: discúlpelo, es que está enamorado.
Entonces el Usted me nace de lo más profundo de mi sin sentido, porque tengo más verdades que razones para ocultarlas. Pero sucede que mis verdades no son las mismas que las suyas y para qué darle sentido a lo que no lo tiene?
El pan amasado y la estufa calientan cuando el caldo hierve en las manos del hombre que se ama. En estos Anti Estados ni el solecito de la tarde calienta para tomar un baño que me saque de la agonía, que me limpie del llanto miserable.
Entonces vengo con pena porque ni siquiera honro a los hombres que lucharon por las libertades, ni al gesto de Allende de preferir matarse que entregarse. Porque no vio que había futuro, no creyó realmente en lo que decía, en el cambio que promovió. Entonces su Anti Estado fue ver el fin en la derrota. Cobarde e infame no se la bancó. Que me juzgue entonces la historia por semejante sacrilegio a los seguidores del partido y a los comunistas que viven del Estado, compañero por el pueblo y para el pueblo...
En estos Anti Estados solo dejo que el tiempo suceda y vuelvo a mi güetto sin llamar a los guardias de mis sueños porque ya están muertos. Como luciérnagas se fueron sin compasión directo a quemarse en la llama que ardía en usted, y al igual que en las Noches sin Fortuna de Andrés Caicedo, mi estómago está revuelto “...Como si se alimentara de una sopa negra llena de estrellas rutilantes...”
Desamar como la madre que no quiere parir ni sacrificar su esbeltez. Desamar como la mujer que no amó porque no quiere ser humillada, porque quiere verse al espejo y, a pesar de su figura poco estética, sentirse orgullosa de si. Desamar como la soledad de hacerle el amor a una ciudad ajena, de un país ajeno, en un otoño ajeno y llorar por los olores a verde intenso de la eterna primavera, por el desfile de silleteros y las comparsas de la Feria. Llorar por lo propio, por el Estado que no se construyó.
Por el llanto que una vez usted me pidió que guardara para usted.
II
Guardar llantos y silencios para feriarlos luego como víctimas de este Anti Estado de debilidad y fragilidad interior. Sumergidos en un medio acuoso que brota de los ojos inundando el espacio entre el alma y el sentido, ahogando las razones y los subterfugios para abrirle paso a las imágenes auto compasivas. Como El Roble de Benedetti y su niño muerto, como el Réquiem de la Maripos, de Rojas, en la página 179 “... Parece que de lo que muere uno es de maniquí...”
Entonces uno se va a los abuelos, a los de los Estados en los que se ama, que se amaron con la vida porque así lo presentían y la moral se los dictaba y me pregunto si se desamaron en algún momento... ¿Si la abuela que parió 8 veces quiso alguna vez no ser amada? ¿Habrá querido sumergirse en su depresión alguna vez? ¿La habrá golpeado el abuelo mientras le hacía los hijos que tuvieron?
Cacerolas con rastros de cenas pasadas, migas de pan esparcidas sobre el mesón y un cuchillo untado de mantequilla reposa sobre el limpión de cuadros que una vez fuera individual de una mesa servida con la delicada mano de la mujer de pechos pequeños y piel trigueña que usted no pudo amar más.Los porotos bajo la escalera para los muertos y una vela a medio consumir que anuncia la llegada y la salida. Rezos y brujería para apaciguar la conciencia.
Usted me quitó la poesía y la apretujó con mis zapatos, no los rojos, los que persiguió entre sueños subiéndose a un tejado sin alféizar y dándole de comer a palomas otoñales trigo y cebada de la octava región.
El Anti Estado lleva de la mano a la búsqueda de razones que pesen más que los hechos, y a preguntas que nunca serán contestadas con certezas: ¿Se dio cuenta?¿Notó el temblor de mis manos mientras recogía la ropa para salir de su vida para siempre?¿Habrá escuchado el “te quiero” que le susurré a su pequeño que miraba ausente sin entender?¿Y si acaso fuera cierto que me amaba tanto que me lastimó por no entender su propio dolor? Porque al elaborar estas preguntas, el Anti Estado pesa menos, y busca un sentido dramático para justificarse. Cobarde y traidor, uno se siente con el derecho propio de hacer lo que se le viene en gana sin pensar en las consecuencias. Sin pensar en el peso de las palabras, lo canta todo en una carta de despedida. Esa carta que ni siquiera le entrega con la mirada puesta en sus ojos... los de usted, ¡claro! Uno, cobarde hasta el último segundo, ni siquiera por un instante lo mira a los ojos.
Entonces hay que embrutecer el Anti Estado con un poco de licor y cigarros de marihuana hasta perder la conciencia. Autómata de riesgo no controlado, uno camina en sentido contrario. Camina para perderse. Camina para no estar vivo. Camina para no estar. Camina para no ser. Camina y camina sin rumbo ni distancia, sin punto de referencia.
La dignidad es un concepto sobre valorado en el Anti Estado. Uno está enlodado hasta el cuello como si caminara sobre Temuco con los zapatos de tacón puntilla de puta de cabaret que compró para complacerle. ¿Qué más da? Untado el dedo, untada la mano. Así uno se arrastra en el fango y no disimula, y no levanta la frente. Y el nuevo corte de cabello no fue suficiente para quitarse la auto imagen pordebajiada.
Geografía e historia se revuelven dentro de uno y el guerrillero muerto durante la emboscada del ejército nos desprende una lágrima. Y la victoria abrumadora de Uribe llega hasta el sur como la onda explosiva del último atentado a la patria. El último atentado del pueblo Colombiano a su patria. ¿Cuántos muertos son necesarios para llegar a este Anti Estado en el que ya ningún muerto nos duele?
¿Cuántos bulbos de tulipanes muertos sin haberlos plantado son necesarios para que vuelva a doler?
III
Vivir y no pensar... esa es la consigna. El Anti Estado no permite el cuestionamiento de las acciones, ni siquiera permite las acciones... posiblemente una diarrea verbal que parece no terminar nunca.Usted y su conchesumadre emitido en tantos y confusos escenarios se entremezclan con el aroma seminal que aún permanece en mi olfato y con el de los lavatorios de vinagre que recomendaban las tías al finalizar mi período.
¿Mi período?
¿Tendré de nuevo mi período?
¿Tienen períodos las mujeres muertas?
¿Las inservibles?
¿Las que no amamantan?
¿Las de vientres vacíos?
¿Las capitalistas que no saben hacer el amor ni vestirse de blanco con zapatos rojos?
¿Las que nunca amasaron pan ni tendieron la cama?
¿Las que no lavaron su ropa ni la de sus hombres?
¿Las que pagan con dinero las traiciones?
¿Las que todo lo compran hecho porque no saben hacer nada?
¿Las que escriben mirándose el ombligo y cuando dejan de mirarlo ya no tienen poesía?
Los hijos concebidos pero no engendrados vendrán cada mes prolongando el Anti Estado hasta la descomposición de la carne.
“... Engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre por quien todo fue hecho y que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo...”
El Credo de los hijos del Padre. El Credo de los Estados ritualistas. El rito de la fe. La fe de los creyentes. Los creyentes en la salvación. Nunca fue mi credo. Nunca fui hija y usted no me salvó. Usted me condenó y yo me condené a mi vez a este Anti Estado, sin credo, sin rito, sin fe.
“... mi fe burlada, mi fe en su amor perdida, es ancla de una nave destrozada, ancla en el fondo de la mar caída...” (I. E. Arciniegas, “A Solas”, Colombia)
Ancla, polo a tierra, cadenas de olvido. Razón de razones. Desiertos con sombras de hienas esperando la cena. Risas y usted. Estado de derecho contracara de Anti Estado de culpa. Comunismo y amor des amado. Comunismo salvaje. Sexo y lágrimas, sudores trasnochados y licor Cubano. Anti Estado capitalista de amor y mentira.Renuncia. Muere. Sin dignidad ni orgullo por glorias pasadas. Cruzando el umbral del dolor ya no se siente nada.
************************

Nota: Ahora por fin el Anti Estado desaparece porque no era más que una postura pseudo intelectual para parafrasear a quien alguna vez escribió "El Estado"...
Sin insinuaciones...
¡Muere!

Texto agregado el 01-02-2017, y leído por 157 visitantes. (2 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]