¡El esposo de María Isabel Vargas!, grita la enfermera, desde una cabina de vidrio frente a la sala de espera del pabellón de maternidad. Más de 30 hombres esperan por el nacimiento de sus hijos. Algunos guardan silencio, otros conversan, otros rezan, y otros ven la televisión. La manera de esperar habla de nosotros, en la espera nos encontramos con el miedo, con la fe, con el deseo y con Dios, como quiera que cada uno lo conciba.
¡Los familiares de Juan Carlos Ortiz! Grita la enfermera, desde una cabina de vidrio frente a la sala de espera del pabellón de cuidados intensivos. Más de 30 personas esperan noticias de sus familiares. Algunos guardan silencio, otros conversan, otros rezan, y otros ven la televisión. La espera es un tiempo muerto, es un vacío que reclama ser llenado y que casi nadie soporta, por eso la televisión parece llenarlo, aunque en realidad lo hace más grande.
¡Pedro Antonio Boyacá! Grita el guardia, desde una cabina blindada frente a la sala de reseñas de la cárcel Modelo. Más de 70 presos esperan ser reseñados, trasladados a uno de los patios de semejante infierno o liberados. Algunos caminan, otros fuman, otros conversan, y otros permanecen en silencio. Todos sentimos miedo, nuestra forma de vivir el miedo habla de nosotros, esto lo saben los ladrones veteranos y los guardias. Aquí no vale la pena fingir, es imposible engañarlos…
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