Gracias Convocar a recuerdos del pasado es dar a la tristeza su alimento, pues surge lo perdido en ese intento de andar por todo aquello que fue amado. Vuelve también lo oscuro a la memoria, cuando llega la noche tras el día y entonces se presenta la agonía que apura el desenlace de la historia. Así buscan las culpas sus sentencias y gimen en eterna y vana queja, las penas recordando sus desgracias. Tal vez no hay que llorar por las ausencias; tal vez la vida enseña y aconseja que es hora de aprender a dar las gracias.
Texto agregado el 30-01-2017, y leído por 235 visitantes. (9 votos)