Dije al almendro: “Hermano, háblame de Dios” Y el almendro se cubrió de flores. Niko Kazantzakis. Así el olor a almendras me recuerda a ella; a la única mujer que he perdido de verdad y, sin embargo, continúa conmigo. http://elvirayyo.blogspot.com.es/2017/01/almendras.html?m=1
Texto agregado el 29-01-2017, y leído por 123 visitantes. (3 votos)