Prisionera del miedo una frase vestía sus rencores, con lúgubres razones y eternas decepciones. Sellaba las compuertas con culpas resignadas y en las letras vertidas su sentencia aceptaba. Un día perdonó, se reunió con el sol y entre los viejos sueños halló su corazón. Entonces descubrió nuevas palabras y entre sus penas pudo ver el color de una ilusión.
Texto agregado el 25-01-2017, y leído por 194 visitantes. (3 votos)