enero de 2017

El Niño condenado a ser Adulto

Hacía años que estaba abandonada la vieja casona de Parque Patricios y todos sabían que allí vivía una bruja. Nadie la había visto nunca jamás, pero tampoco nadie dudaba de su maldad.
La bruja vivía perturbada por la alegría de ese niño y juró vengarse. Fue así como lo convirtió en algo muy extraño, un niño encerrado en el cuerpo de un adulto pero, no bien completó el conjuro, llegó lo peor, para la bruja. Es que, es normal que los niños tengan una hermosa sonrisa y los ojos chispeantes.
La peligrosa bruja había sido derrotada en un instante por esa criatura que, ella no lo sabía, tenía un interior muy profundo.
A partir de ese día, no pudo explicarse como, ese adulto, sonreía como un niño, y el brillo de sus ojos enamoraba a todos, pequeños y grandes.
Fue desde ese momento, que no se volvió a saber de la bruja y, la casona, no asustó más a las criaturas.
m.f.l.