"Pero vamos que sí nos besamos, pero na mas"
El cuello dormido, la cara al piso, como si la impotencia me hiciera querer ser uno con el suelo. Tirar todo a la mierda, jalar un montón de aire, como si hubiera estado paralizado por horas, y recobrar fuerzas para poder responder sin observar los platos rotos alrededor.
¿Para donde íbamos digo yo? Pues ahí el dilema; la moralidad de cada cual, los conceptos de cada uno y por separado, las "complejidades" y las fugacidades de nuestros momentos y sentimientos. El video y la llamada, nuestros porque sí, la palabra dura, la palabra fuerte, las flechas con letras, a veces hacia la razón, otras al pecho. Como si el cerebro y el amor fueran un separado de un todo, y no fueran uno si no dos, a veces 4.
Todo ahora es un sinsabor intermitente, rellenado con pizcas de poner-los-pies-en-la-tierra, los cuales me hacen andar, caminar, pensar un poco en los demás, o en lo que debo hacer, pensar, "besar", cual si fuera un deber, pero la música ya vino, y estás tomada de mi cuello diciéndome que estás enamorada de mi, y al mismo tiempo, al otro lado de una pantalla, diciendo que no puedes hacer nada.
Las caras fundidas con los rayos lunares. Aquel foco natural que nos frotaba los cuerpos durante la tarde-noche, y vaya que sí nos besamos eh. No puedo evitarlo; duele en el amor, en el corazón, ese que late como galope de caballo a las orillas del mar, mientras su torso se transforma en cuerpo de mujer, su cola en cabellos claros, y finalmente la cara sonriente. Nada que hacer, yo me hundía en esa imagen casi imposible. No podía hacer nada.
Y si, estaba muriendo, pero nunca tanto como en Paray Le Monial, subiendo y bajando en un ascensor mental que me llevaba de la decencia al suicidio. Tantas cosas que no dije, tantas cosas que simplemente pensé iban a pasar, que se harían humo por fin.
Hojas a la chimenea por favor!, pero no. Lo conservaste, como raptando una parte de mi. Así como iba a poder olvidarte. Y obvio que eso jamás iba a suceder, si todo lo había hecho para eso, para no salir de esta historia aun, para darle un "continuará" el cual ya es pasado, y el presente es la trágico renacer de las palabras que nunca se borran; esas que sangran en el momento preciso, para dar desahogo.
Uno adhiere un "continuará" a los sucesos de la vida, pero a veces solo con el morbo de querer seguir en ellos sin saber como puede terminar todo (si es que termina). Y pues, así y todo, cuando acepté la complejidad, tú complejidad, acepté poner un "continuar" intenso; la vida se tornó turbulenta como el primer viaje que me acercó a ti, turbulenta como la muerte deseada frente al amor de tu presente, turbulenta como mi espalda ante tus palabras; ellas jalaban de mi como queriendo sacar mi alma al juego. Pelear por algo que solo yo sabía. Entrar a luchar mi "subida" con tus "ondas cuadradas".
Nada de esto da claridad, pero vamos que solo fue un beso na mas, de a poco lo entenderás. |