Erase una vez un reino donde vivía una princesa preciosa a la que le gustaba pasear por el bosque. Siempre encontraba nuevos amigos; ciervos, ardillas, conejos y otros seres con los que divertirse.
Un día estando jugando con un duende a "tu la llevas", Beatriz le gano, pero no sabía que los duendes tienen muy mal perder. Total que el duende le hechizo con muy malas artes:
_¡ A partir de ahora no te podrás lavar y si lo haces en rana de convertirás!
Pobre Beatríz, paso de ser una linda princesa a ser una cochina, marrana, guarra, asquerosa, apestosa...
No se podía arrimar a nadie, hasta sus padres la trataban con cierta distancia.
_ ¡ Qué caos! decía la reina, ¡ qué hedor! ¡qué venga el perfumador!
Así que la pobre Beatriz iba siempre envuelta en perfumes, colonias y ungüentos que disfrazaban o potenciaban su propio olor.
Un joven mago vecino de un reino no muy lejano oyó la historia de Beatriz y la quiso ayudar; la encontró a la orilla del río dispuesta a bañarse:
_ Prefiero ser rana que marrana, se decía justo cuando iba a meterse en el agua.
_¡ Beatriz espera, yo puedo ayudarte!
_ Pero si no me conoces de nada, a ver dí que puedes hacer por mí.
_ Vengo de un reino vecino y soy hijo de un gran mago, me ha enseñado unos cuantos hechizos y creo que uno puede ayudarte.
_ ¿Me podré bañar sin ser rana?
_ SI claro pero a cambio...
_ Ya estamos, a cambio ¿qué?
_ Solo una cosa, tendrás que hablar rimando.
_ ¿Rimando? ¿todo el tiempo? ¡pero si yo no soy poeta!
_ Es lo único que he encontrado o rimas o rana o marrana.
_ ¿Y si alguna vez se me olvida?
_ Entonces te convertirás en conejo.
_ Jó que rollo, tener que elegir ente rana, cochina o conejo
_ Pero si es muy fácil rimar, puedes hacer pareados, tercetos, romances, cuartetos o sonetos.
_ Vale lo intentaré, hazme el hechizo ese para que me tire al agua de una vez, que ya no aguantó más y después me pondré a rimar.
Y así fue como en aquel reino Beatriz se libró de su mal, se convirtió en poeta y a todos les gustó tanto está forma de hablar que empezaron a imitarla y desde al carnicero al panadero hablaron en verso. Y entre rima y rima la vida continua solo que tiene una nueva música, un sonido especial que hace que todo sea más divertido y original.
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