Arroja mi delirio al continente que existe entre tus brazos extendidos, invítame a soñar con tu simiente mojando poco a poco mis sentidos. Regálame tu boca reincidente que indaga en los secretos prohibidos, extiende primavera en mi presente y encuentra mis cerezos florecidos. Inventa una canción, canta conmigo, dibuja con tu boca en mi cintura el rumbo hacia el ansiado desenlace. Descubre que el deseo es un testigo del sueño que transido de locura en brazos del amor muere y renace.
Texto agregado el 20-01-2017, y leído por 199 visitantes. (8 votos)