LOCA CONFESIÓN. En loco impulso de sinceridad le confesó a la amada su desliz; ignoraba quizás este infeliz que era preferible la oscuridad para esconder sus incómodas verdades. Pero aquel insistente gusanito llamado conciencia,le pedía a gritos revelar sus pecados y maldades. El tonto de marras no logró clemencia, sino alborotar tremendo avispero; y lo que obtuvo por ser transparente fue perder con su mujer la inocencia. En el futuro analiza primero, si el confesarte sería conveniente.
Texto agregado el 10-01-2017, y leído por 198 visitantes. (5 votos)