Me declaro no indigenista como un viejo en un foro de filosofía me etiquetó mientras acusaba a la Machi de cobarde por buscar los medios para evadir la justicia, ( Yo recordaba a Pinochet traído a Chile meneando la colita y haciéndole un Pato Yañez al mundo para mostrarnos que la impunidad solo debe correr para el lado del poder ).
No voy a hacer análisis eurocéntrico acerca de sociedades Indígenas de Latinoamérica, la historia se ha encargado de eso, y es como si la vida hubiera nacido con ese fatídico descubrimiento ya nos legaron su dios irascible y castigador, nos regalaron el Cartesianismo y la linealidad, nos transmitieron el saber que somos inferiores por no ser tan blancos, que somos flojos, sucios y atrasados porque escuchar la brisa del viento nos emociona tanto como el Tanhauser de Wagner.
No quiero volverme un conspiranoico pero se percibe que hay un poder desde las sombras que nos llama a la homogeneidad, lo que no logró el Comunismo sí lo logró el neoliberalismo, Homosapiens estandarizados todos ellos con gustos comunes alejados de su ser y encima con ese imperativo categórico de que somos libres, ¿Libres de qué? Libres de nosotros mismos, alejados de la reflexión y la contemplación del mundo en estado de gracia.
Recuerdo que el pueblo Celta nunca pudo ser destruido en las guerras por los Romanos hasta que cazaron a sus Sacerdotizas Druidas que eran realmente las que transmitían el Coraje, el conocimiento de la tierra, la voz de los Dioses.
Esta claro que los Mapuches nos molestan porque son distintos a nosotros, porque juegan en el pasto y son felices con el pelo largo comiendo lo suficiente, porque no convierten sus casas en museos de cosas que nadie usa y porque son tan atrasados que aun se juntan en fogatas para analizar las próximas cosechas, ( En vez de armar un grupo de whatsapp ).
Si hay que sacar el ejército sería para liberarnos de los Hebreos en la Patagonía que con mapa en mano analizan la zona, pero a la gente que nos da oxígeno sin querer convertir al árbol en mesa o en silla debiéramos bendecirlo, un buen día pueden llegar los marcianos a nuestra casa y decirnos que por atrasados harán uso de nuestra propiedad y acudiremos a los valientes y ya no sé si los Mapuches quieran defendernos. |