Empatados
Así que ya no me amas como hace unos 8 meses, y me preguntas por qué sigo yendo a verte. La verdad no tengo la respuesta. Sólo hace unos 5 meses que te dije que no te amaba, ¿quizás cuando dejé de hacerlo o de confiar en que lo que sentía era amor? El desamor es retroactivo dirías tú en lenguaje leguleyo, y claro, tú hablas de 8 meses y hace 5 me amabas y no entendías por qué no seguí con este proyecto que ya llevaba 10 años.
Tal vez el tema tiene que ver con las seguridades, con la autoestima, con que los demás se enteren. ¿Acaso el desamor ajeno duele más que el propio? El seguir amando sin que te amen, o sin que lo hagan en la misma medida de acuerdo al amorómetro.
Tal vez comencé a visitarte en tu departamento porque todo seguía igual, conversábamos igual, jugábamos a los mismos juegos, bebíamos y comíamos y no bailábamos y cada cierto tiempo incierto teníamos sexo donde cada uno se daba por satisfecho.
Te dije que las personas cambian y las relaciones también deben hacerlo. Mutar es la consigna para que el momento sea de amor y no de concesión. Amar al otro tiene que ver con que ese otro te necesite además de la necesidad propia del otro u otra.
Y ya ves, si estoy escribiendo esto que no vas a leer, es porque de alguna manera necesito pensar en ti, aunque no te ame.
Teniendo muchos más años que tú, espero que al final de la vida hayas tenido menos parejas que yo, o si se trata de amantes, que sean muchos, pero de mis ex parejas, tengo el mérito de que ninguna me odia ni me guarda rencor. Llegamos a establecer esa relación donde de verdad te interesa lo que le pase, pero aprendes a no necesitarla.
Te pedí disculpas por verme feliz y bailando con una mujer más joven, más alta, más guapa, más delgada que tú. Sé que estas dolida y que ya no me amas como lo hacías hace unos días o unos meses. ¿Tal vez no debiste presentarme como tu amigo con ventaja? O el problema es que aquella mujer que te recuerda tus menos que, también me recuerda los míos. Es legítimo.
Sólo me queda esperar que tu desamor deje de ser pena, de ser rabia, de dolerte y tal vez volvamos a hacer lo mismo que cuando éramos pareja, obviamente sin el sexo –si tú lo quieres. Es muy parecido a la amistad. Y como amigos estaremos empatados.
A propósito, dale las gracias a la más alta, más joven y más guapa. Ambos la necesitábamos para acelerar este proceso retroactivo de dejar de amar.
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