Este finde estuve en mi pueblo minero de nacimiento. De visita familiar navideña...
En el bar de siempre, como siempre, donde siempre, con los amigos de siempre.... estaba mi amigo José. Es un tipo bruto, rústico, de pueblo, de campo....de 1.90 cm, con una sola ceja, y dos manos curtidas, como dos manoplas de esparto. Le das la mano, y "se te queda la mano chica". Es como agarrar un cardo borriquero. Es el brutus de popeye...
Bah!!, pero es el tío más gracioso del mundo. Con ese careto, lo serio que se pone, y con dos litros de cerveza que se había jincado (tragado) tenía las 2 botellas al lado. Y eran las 14:00h, me troncho de la risa, nada más verlo.
En cuanto me vio llegar me dijo:
Grilo!, grilo!, te voy a contar un chiste. Otras veces, hasta que no me tomo un par de cervezas con él, no se arranca, lo tengo que animar y sonsacar. Pero ayer estaba alegre.
El chiste:
Va una mujer al médico, y le dice:
Mire usted que mi marido tiene una tronca, que cada vez que hacemos el amor, ¡ME PARTE EL CORAZÓN!.
Y es que me entra un dolor aquí (se señala el corazón) que no me puedo aguantar.
-No se preocupe usted, que la ciencia ha avanzado una barbaridad. Dígale a su marido que venga a verme, y le cortamos un cachito.
¡No!. ¡No!... Doctor.
No me ha entendido bien. Yo lo que vengo es a que me ponga usted el corazón un poquito más arriba.
¡Qué cortar, ni cortar!. ¿Está usted loco?. |