DIGNIDAD. Inclínate amigo hasta posar tu frente en el impuro suelo,y reconoce que por obtener el placer y el goce, permitiste que una mujer te afrente. Has llegado al colmo de consentir que ponga en tela de juicio tu hombría; que descarada se mofe y se ría si chistas o demuestras disentir. Distingue debilidad y respeto, no admitas rebajar tu dignidad; haz respetar con valentía lo tuyo. Fíjate desde hoy mismo como tu reto, reivindicar ego y virilidad sin permitir que vulneren tu orgullo.
Texto agregado el 03-01-2017, y leído por 191 visitantes. (9 votos)