¿Arrepentido?
Procede como Dios, que nunca ruega
o como lucifer, que nunca reza
o como el robledal, que en su grandeza
necesita del agua y no la implora*
A pesar que es la mañana aún se percibe que será el día mas largo de la vida, mientras se espera al interrogador, regresa a la mente las palabras de Manuel, “saber lo necesario y nunca mas que eso, quien más sabe puede hablar más” ¿Qué conducta tener?, toda esta joda de problema es extraño, lo que más deseo es que no usen a los hijos, ¿Se pasará por la tortura física? Habrá una pugna entre el que interrogue y yo, el cuartel no da muestra que haya actividad humana, no es cuartel de uso normal, más parece algún departamento de servicio de seguridad o inteligencia, hay una parte importante que conocen, pero, no pueden saber todo así qué decir de lo que saben, intentarlo al menos, ¿Cuándo fue? El año 61 fue o legal, y desde el 61 hasta ahí 27 años de militancia ininterrumpida, ¿Y el primer palo que te llegó? También por la misma zona, en la Gran Avenida, el paco conchesuma me dio en los riñones, dolió la guevaita, ¿Y ahora que ocurrirá? ¿Cuántas veces mojado luego de alguna manifestación? O ¿a qué sabían las lágrimas con el gas lacrimógeno? Por cierto mas que saladas eran amargas de rabia.
El interior del modulo policial al menos está fresco, menos calor que el la calle, tres de los policías se han ido hacia el interior del lugar, tres a buscar las fichas y el chofer queda con nosotros.
- “Yo les entiendo cuando sienten temor ante esta cosa, mi padre es obrero y él me ha contado, ha habido muertos, heridos, desaparecidos” -habla el chofer, quiere iniciar un diálogo-
- ¿A dónde iban con la señora?
- “A la feria a comprar para almorzar” –responde el Matías-
- “Si han pasado tantas cosas y es lógico tener miedo”
Es medio día, los policías se toman su tiempo, facilita el tranquilizar al corazón, ayuda a crear la historia a relatar, ¿Cuánto sabrán? ¿Qué de que sabrán? Llega el instante en que hay que probarse.
15 años ya van desde el golpe, años de cuidarse al máximo, primero fue Antofagasta de ahí salir tan complicado, los poli, conocen ello ya que la petición de arresto es de allá, era el 75, meses metido dentro de la casa de los amigos, casi sin salir al patio de la casa aquella, encerrado, meses de encierro, casi claustrofóbico salí de allí, fue el instante en que se vio quien era quien, mis hermanos mayores tiraron p´a la cola, o se les aconcharon los pichices, o tiraron el culo pa colina, en fin es la vida en algún instante que nos prueba, y de Antofa a Valparaíso, un par de años allí ene se puerto lindo, mas tarde sería La calera y Los Andes, nacieron allí ambos hijos, con ellos PA Santiago, varios años, desde la capital luego, andar por el país, Calera, Illapel, Ovalle, otra vez Antofa, Iquique y Arica, el sur casi completito, uf y ahora me toman por no asimilar la realidad, primero olvidar nombres de gente, son muchos los que dependen hoy de ti, sé digno nada más, los camaradas esperan que no te rajís, deben andar limpiando casas, los responsables espero que se vayan luego, la flaca anotó la patente del auto, deben andar en la Vicaria, bueno, a esperar lo que viene, cuídate en lo que digas, no lo olvides, nada es normal o lo que podría ser llamado normal, que te saquen la cresta al momento de detenerte, que te hubiesen encapuchado para que no mirases, como seguirá esto? No lo se.
(Hay días en que me siento a leer a algunos cuenteros y veo en muchos que la muerte es una cosa que llaman reiteradamente, hay muerte por que hay vida, una y otra se complementan, ninguna existe por separado, está el lado derecho del camino por que esta el izquierdo, pienso que estamos por esta tierra para hacer mas habitable el mundo)
Algunos minutos después aparece el jefe y el que hace de malo, el jefe (bam-bam jamás en todo el día se nombraron por sus nombres sino por sus motes)
- -Usted conversa con don Matías y yo me entenderé con el curiche- expresa el jefe.
- -Me acompaña señor – me dice invitándome a una oficina del barracón, en donde también solo había una maquina de escribir, un escritorio y dos sillas-
El jefe se sentó dando la cara a la puerta y yo frente a él, nuevamente insiste en el hecho de que lo hayamos sacado de sus labores habituales, más no se la cree ni él mismo, inicia su discurso tratando de llevar la cosa de la manera más coloquial posible, deja caer otro pensamiento que lo usará en todas las horas de interrogatorio, hace alusión a la inteligencia del detenido.
Saca su pistola, una 45, y abre un cajón del escritorio y dice:
- “Voy a guardar en un cajón esta cosa, por si nos agarramos a balazos,”
- “Si, pero usted es el único que tiene un arma, por lo qué la pelea sería desigual”
- “Bueno es la vida nada más”
- “Cierto”
- “Señor, vamos a tener una charla en la cual le preguntaré y le pedo me responda lo que le pregunte, usted ha de saber que desde hace 15 años venimos persiguiéndolos por lo qué hemos conocido a su partido, y en ese conocimiento nos ubicaremos, le pido no me trate de engrupir ya que lo pasaremos mal ambos, así que le diré como nos vamos a entender, ustedes tiene una estructura que es de la siguiente orden, célula, comité local, comité regional y comité central. Así que usted centréese en ello y nada más”.
Aparece el malo, al que el jefe le envía a buscar mi ficha, éste provocando e indica que llamará por teléfono a los otros para que me esperen a la salida, si hijoeputa, me digo, se va a buscar lo que el jefe le ordenó
- “Primero le voy a preguntar por sus datos personales, después los de estudio y al final los políticos”
- “bien, usted sabe lo que preguntará, le contestaré lo que sepa”
Se inició el duelo, antes de que tomase el lápiz hizo algunas preguntas sueltas, medir y responder, al final eran las mismas preguntas que había hecho el chofer en medio de su “Yo les entiendo cuando sienten temor ante esta cosa, mi padre es obrero y él me ha contado” hay que responder lo mismo. Habla el tipo, vuelve a recurrir a la cosa de resaltar lo que piensa de la inteligencia, ¿Por ahí te quieres ir? Vamos por allí.
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