Había una vez, un barco chiquito.
Canción infantil.
El hombre miró el arroyo. El agua cristalina fluía mansa como una enorme y larga serpiente. Sentado sobre una piedra, observó la arboleda. Suspiró. De su caderno arrancó una hoja. La dobló y la volvió a doblaar. Repitió la maniobra diez veces. Volteó la mirada hacia la montaña. Grande. Cuadrada. Parda. Colocó el barquito en el agua del arroyo. Cerró los ojos y se embaracó.
Texto agregado el 29-12-2016, y leído por 134
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Lectores Opinan
29-12-2016
El poder de la imaginación. Cerro los ojos y se embarco. sensaciones
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