Despierto acostado en el sucio piso de mi departamento, dándome cuenta que aun conservo en la mano derecha una transpirada y aceitosa botella de whisky barato. Siento un fuerte ardor en la boca del estómago, además tengo parte de la camisa calcinada, lo que indica que seguramente cuando caí al suelo lo hice encima del cigarrillo encendido que traía entre mis dedos. Esta vez no hubo incendio; hijo de puta suertudo.
Siento la boca hecha un cenicero; maldito calor, por el olor y las moscas creo que me oriné encima.
Desde mi posición observo que la puerta de entrada está entre abierta, mis pies señalan hacia la salida lo que revela que entré y posiblemente me desplomé en apenas unos segundos. No recuerdo una mierda después de haber salido de aquel bar. Me doy cuenta que también me falta el zapato derecho.
Con dificultad levanto los cien kilos de mi grasiento y andrajoso cuerpo dirigiéndome a cerrar el acceso de entrada.
_ Policia a un paso de caer sobre descuartizador_ Pregona el encabezado del periódico. El diario descansa a los pies de la puerta del departamento de mi vecino, a un costado donde encuentro mi perdido zapato. Mientras acomodo el calzado leo el resto de la crónica policial.
_ Tras una breve llamada anónima la policía no puede impedir un nuevo asesinato, pero si evita un evidente descuartizamiento. Esta vez la víctima es un menor de edad de iniciales M.M. testigos indican que un héroe desconocido impidió que al occiso le usurpasen parte de sus órganos. El salvaje acto se vio obstaculizado por lo que pareciera un intercambios de disparos de armas de fuego. Los detectives periciarán los casquillos de las balas que encontraron cerca de la escena del crimen.
_ Hijos de puta_ Medito en voz alta mientras enciendo un cigarrillo_ Si yo no hubiese llamado no encuentran una mierda. El bastardo logró huír pero a pesar de no verle el rostro por un sombrero de ala ancha, algo llamó poderosamente mi atención, no logro recordar que mierda es...
_ ¿Como esta vecino?_ Koke abre la puerta raudamente y me sorprende hojeándo su periodico.
No hay mucho que contar de él, es mi vecino desde hace más de dos décadas y literalmente le debo la vida. Hace años atrás cuando accidentalmente inicié el incendio en la jefatura de policías (No recuerdo una mierda siempre estaba ebrio) Casualmente él se encontraba allí por el asunto de un robo en su casa. Y Koke tuvo la valentía de sacarme inconsciente de entre las llamas.
Es un un fracasado escritor de novelas románticas, espera tener la oportunidad de que sus personajes Jorge y Judith Cecilia se den a conocer por el mundo; y con ello comience la llegada del dinero que seguramente escasea en su billetera. Un par de veces me ha dado algunos borradores de sus escritos para echarles una mirada, y para ser franco me apestan sus cagás de libros rosas. Pero le debo la vida así que le miento acerca de lo que pienso de Jorge y Judith Cecilia.
_ Buen día vecino, tome lo estaba esperando para entregarle su periódico_ Sonrío.
_ Adelante, venga_ Me abre la puerta de entrada_ acompáñeme con una taza de café, creo que la necesita.
Entro sin pensarlo dos veces, la promesa de una fuerte taza de café es un paraíso en este infierno de cuerpo, además que la taza será una excelente compañera para el cigarrillo que acabo de encender.
La pequeña sala difiere mucho a como la imaginaba, solo una mesa y dos sillas es toda la decoración de la estancia, sobre el mueble una máquina de escribir y una montaña de desordenados papeles.
_ ¿Mucho trabajo Koke?_ Pregunto sentándome y buscando un cenicero con la vista.
_ Mas o menos no más_ Responde pasándome una hedionda y negra concha de moluscos que usa como cenicero_ Pero ya he decidido cambiar de rubro. Nadie quiere romance en estos días, pareciera estamos gobernados por el reino del odio, y a las personas le encanta este aberno. Y como dice el dicho popular "Dadle a la plebe lo que desea".
_ ¿Y que piensa hacer vecino, jubilará a Jorge y a Judith Cecilia? Espero que no, me encantan esos personajes_ Le miento.
_ Aun no sé que haré con ellos. Pero quiero comenzar a escribir crónicas policiacas. Quizás un ex policía retirado como usted, un héroe que casi salva al niño de anoche podría darme algunos consejos.
Agradezco que reserve lo que realmente piensa de mi. Después de salir con deshonor de la fuerzas policiacas con varias demandas por el incendio no premeditado que ocacioné en el cual fallecen dos inocentes. Que después del siniestro el jurado del estado me condenara a diez años de cárcel efectiva, y que el escándalo fuese la comidilla de los tabloides amarillista; llamarme "ex policia" es todo un cumplido. Me siento culpable por burlarme de sus personajes.
_ Bueno yo lo puedo ayudar en lo que quiera veci... ¡Mierda! _Jorge me da la espalda camina a la cocina en busca de las tazas de café.
¡Mierda me llamó el héroe del niño de ayer... Me llamó héroe!... ¡Carajo nadie sabe que estuve allí! Observo su espalda. Tiene una escoliosis que ocaciona una leve cojera.
¡Mierda! Eso era lo que me llamó la atención del maldito bastardo cuando huía, esa cojera yo ya la había visto en algún lugar.
_ ¡¡Hijo de puta!!_ Me levanto rápidamente desenfundando mi colt 38 especial, la mesa cae estrepitosamente_ ¡Tu fuiste maldito loco de mierda!
_ ¿Que deseaba que hiciera detective? ¡Un escritor necesita inspiración! _ Es como si hablara consigo mismo, sale de la cocina con un cuchillo entre sus manos_ ¡Solo usted lo entiende! Por eso lo necesito a mi lado, por eso lo ayudé a dejar ese aburrido empleo de policia. Lo necesito dedicándole tiempo completo a nuestro proyecto... ¡La novela que nos hará ricos y famosos!
_¡Lunático de mierda! ¿Que me ayudaste a dejar el empleo? ¿De qué mierda estás hablando?_ Tiemblo, comienzo a perder toda cordura.
_ Cuando inicié el incendio jamás pensé que iban a morir personas, pero al observar sus almas abandonar los cuerpos se volvió una adicción. Por eso lo salvé de morir quemado detective, necesito el silbido de su alma para que me dicte mis libros.
_ ¡¡Diez años en la cárcel, diez malditos años maniático de mierda!!_ Pierdo totalmente el control.
_ ¡Déme el final de mi novela detective!_ Ríe descontroladamente abalanzándose sobre mi tratando de apuñalarme.
Mi colt 38 especial escupe plomo sobre su delgada existencia, cae pesadamente al piso confundiéndose con su propio charco de sangre. Me sonríe y algo dice sobre Jorge y judith Cecilia que no entiendo.
_ ¡Maldito loco de mierda, arruinaste mi vida!_ Le grito como un orate descontrolado.
Rápidamente voy a mi cuarto en busca de todos los licores que pueda encontrar; y regresando a los pocos minutos comienzo a lanzar contra los muros las botellas de whisky escoces, lanzo contra las cortinas las botellas de Borbón americano, lanzo contra el piso las botellas del pisco chileno, riego con el alcohólico líquido cada recodo de aquella habitación. Preocupándome especialmente por humedecer la máquina de escribir y los papeles acumulados.
_ ¡Vamos a terminar esto juntos los dos, tal cual lo comenzamos!_ Las primeras piras de fuego que inician el incendio desordenadamente bailan cerrando la única puerta de salida, él grita cuando las candentes flamas alcanzan su cuerpo.
Encendiéndo el último cigarrillo lo miro directamente a los ojos_¡Tus personajes Jorge y Judith Cecilia me hinchan las bolas!_ Le grito con todas las fuerzas que reuno. Mis carcajadas se unen sus alaridos de dolor y locura.
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