Al final lo que siempre importó fue que la decisión que tomara fuera la correcta, y si lo fue. Nunca nadie antes había provocado tanta atención y tantas historias y esto tenía que llegar a su fin.
Dos personas se juntan, Él sabe que Ella es la correcta y ambos los respetan, pelean y se dan cuenta que volver es lo correcto, amar implica entender, comprender y no esperar que alguien externo intervenga en las decisiones y como siempre en la vida los problemas terminan bien, a esto le llamamos la conclusión más frecuente.
Sigues con Ella y te das cuenta que las discusiones aumentan pero aprendes a controlarlas y a superarlas, te fijas y por querer ser mejor que Ella, te vuelves igual a Ella, amar implica aprender a que cada uno es diferente y se debe respetar el espacio, el tiempo, los amigos y los problemas que cada uno tiene, evitando caer siempre en comparaciones, a esto le llamamos lo malo de ser como Tú.
Pasa el tiempo y la relación madura, como todos los enamorados hablan de futuro, de matrimonios y piensan que todo es maravilloso, pero no es así, no se puede vivir de fantasías, de creencias que las cosas van a ser siempre hermosas y nunca habrán problemas. Ello dijo que yo era muy inmaduro e inseguro, pero yo aprendí a ser realista y si tenía que proponer un tiempo para aprender, lo hacía, a esto le llamamos dile que aún no aprendo.
Vuelves a estar con esa persona que te inspira escribir, que te inspira ser feliz a recordarla y mantener siempre ese sentimiento, sin que te lo pida le das todo, sin que te lo diga actúas por el bien de los dos y esperas de Ella lo mismo, pero otra vez falla, definitivamente dar muchas no siempre es lo correcto, a esto le llamamos lo último que te puedo dar.
Finalmente, reflexionas y te preguntas si tanto esfuerzo valió la pena, si tanta gente que te ayudó realmente lo hizo para que seas feliz, si tanto dolor tenía que terminar algún día y te propones ponerle final a la relación que por más de 4 años tantos tormentos te trajo pero que aprendiste mucho, sea bueno o malo, a esto le llamamos ¿y si nunca lo fue?
Llegas a pensar que lo mejor (antes del final definitivo) es dedicarle algo que valga la pena y decides decirle las cosas mediante historias que reflejen todo lo vivido, todo lo aprendido. Descubres que esto trajo recuerdos, problemas, inspiraciones y ayudó a muchos a reflexionar (siempre hay una historia para cada persona) y lo haces. Ella lo lee, Ella siempre los leyó desde la primera vez que decidí subirlas y hasta hoy que decidí ponerle punto final y vaya que valió la pena, y aprendes que es mejor dejar todo y comenzar de nuevo, de cero y le dejas una gran enseñanza: A veces se extraña lo que no se necesita.
Al final lo que siempre importó fue que la decisión que tomara fuera la correcta, y si lo fue. Nunca nadie antes había provocado tanta atención y tantas historias y esto tenía que llegar a su fin. Y llegó. Nunca las cosas fueron del todo claras, siempre hubo obstáculos que vencer pero que no se pudieron en su momento, personas que intervenían sin querer, situaciones que nunca debieron de presentarse, pero que lo hicieron y malograron muchas cosas.
Lo único que buscas es que todo sea felicidad y si hay problemas se superen, pero no. Ella no aprendió, yo no aprendí y es mejor dejar las cosas así, el final es inevitable, las personas siguen su vida y debes comprender que nadie ni nada debe intervenir en la felicidad de dos personas, quizá tarde me di cuenta y ahora que lo sé, me despido de los escritos hacia ti, me despido de la atención que ganaste, recuerda como siempre te decía: "Aprende a convivir con los recuerdos" y eso hago, y así será. Quizá en su momento hubiese sido mejor decirte que dejar que los problemas nos ganen, dejar que las personas intervengan nunca fue lo correcto, pero tú no lo veías siempre así, tú buscabas otras soluciones, y ahora me despido, adiós a las historias, adiós a lo que siempre estuvo y no fue, y recuerda siempre que nunca son los demás, siempre será un nosotros antes que un ellos. |