Los ojos los tengo entrecerrados
y las piernas semidescubiertas.
Son ya unas dos o tres horas
desde que las venas de mi cabeza empezaron a tiltilar.
Mi cuerpo sollozaba de hastío
de tanto aguantar:
el dolor de piernas por aquí,
la vibración muscular por acá,
que este dolor de estómago me va a matar,
o matarme debería yo de tanto agonizar

Soy un(a) viejita(o) en cuerpo de joven;
no pertenezco a lo que debería pertenecer
según las convencionalidades de mi edad,
yo debería ser ágil y despierto
sin aires de austeridad,
pero me cae bien (mal) esta comodidad (a veces),
como si estar tirado medio muerto en la cama
fuera algo placentero, de manera indirecta.
Como dice el psicólogo al que te envían,
"quizás eso es en verdad lo que quieres"

Mi problema de hastío
que no se donde empieza ni donde termina
viene sin preguntar, me deja histérico, casi a reventar
con el colon apretado y sin ganas de cagar,
y lo único que se hacer en las noches para calmar
es tomar un té de Melisa, y luego en mi cama recostar