EL GANADOR
Diciembre de 2016
El zumbido era aterrador similar al de un avión supersónico, taladraba los oídos, cada vez se sentían más cerca, eran dos, se multiplicaba el suplicio.
No podía dormir, cansado de sus ataques decidió eliminarlos, se bajo de la cama, encendió la luz y tomando una toalla la emprendió contra los intrusos, su primera víctima fue la pantalla del velador, se deshizo en varios pedazos, solo quedo la estructura de alambre, el mosquito mal herido se apoyo en el espejo, allí termino la vida de ambos, la furia del toallazo los destrozo sin miramientos.
El sobreviviente busco refugio en el cielorraso, fuera del alcance de la toalla homicida, el tipo , empecinado busco nuevos armamentos , recurrió a la escoba que hábilmente manipulada acertó al primer intento, junto al mosquito cayo un gran trozo del yeso , justo sobre los antejos del individuo , sus cristales rotos se entremezclaron con los restos del espejo…
Satisfecho por su triunfo, sacudió las sabanas, se metió entre ellas y reanudo su interrumpido sueño.
Agustín Secreto
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