Al día
Escribo desescribo y quemo diez mil cartas
Despierto entre rayos de un sol hueco, ausente
Te invento recorriendo los rincones de esta casa,
Vacía y nuestra
Y te extraño entre mi llanto, y plancho camisas y tristezas, y recuerdos
Y esperanzas mutiladas
Me busco en el espejo y no me veo
Y me odio
Odio este engranaje roto
Que no pude reparar
Y me pregunto cuántas vidas me preguntaré
Si allá a lo lejos no quedó algo de vida que rescatar
Alguna flor moribunda llorando un llanto silencioso y marchitado
Y sigo aquí, en esta muerte cotidiana y el tedio de apretar botones y teclas y subir y bajar ascensores y escaleras y llegar a esta casa, tan vacía, tan nuestra
Texto agregado el 13-12-2016, y leído por 79
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