El círculo vacío de la noche
duerme un sueño impaciente.
Desnudos habitantes se desvanecen
en los más extraños capítulos.
Soñar es mal versar las miradas,
repetir pasos con apuro,
alimentar la equivocación
de creer que todo es posible.
Soñar es intolerablemente fácil
en la desolación de las decepciones.
Un engaño fresco antes de despertar
que fragante seduce al soñador.
Es el precio razonable de seguir viviendo
Texto agregado el 10-12-2016, y leído por 130
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