_Están buenas las fotografías. ¿Tu las sacaste?_ Pregunta su amigo abogado al ver las instantaneas.
_ Si, yo las tomé_ Responde Jorge Andrés sonriéndo y con cierto dejo de orgullo.
_ Muy linda la modelo, ¿es tu novia?_ Agrega el arquitecto quién cierra el círculo de los tres amigos.



Jorge Andrés saca las instantaneas con el teléfono celular que ella le facilitara para dicho efecto, sonríe animadamente al ver la dulce seriedad que adquiere el rostro de Judith Cecilia frente a esta última actividad que han decidido emprender juntos.
Tomados de la mano recorren cada esquina de la pequeña ciudad en busca de las mejores locaciones para tomar encantadoras fotografías; cálidos cuadros que desean compartir y atesorar. Así mantienen lejos la densa niebla de la inevitable despedida que está a solo unos días de posarse sobre ellos.
Jorge Andrés camina disfrutando de la fragancia del silencio que los envuelve, Esa mágica sensación se manifestaría desde la primera vez que alternaran una simple charla compartiendo cómplices y silentes sonrisas. Sabe que a pesar del tiempo y la distancia sus sentimientos no cambiarán. Ella camina a su diestra regalándole delicadas miradas colmada de bellos cariños.
_ ¡Mira Jorge Andrés, que hermoso!_ Judith Cecilia abraza la escultura de un león que decora el paseo peatonal; el modelo esta construido con fibra de bronce, y representa a una salvaje bestia agazapada sobre su propio vientre. A pesar que el material de construcción es muy suave al tacto, la postura le entrega una ferocidad que emociona a quienes tienen la oportunidad de contemplarlo.
_ ¡Me gustan los leones!... ¿y?..._ Comenta Judith Cecilia con un tono de tierno regaño frente a la franca carcajada de Jorge Andrés al verla tan feliz junto al animal de piedra.
_ ¡Ponte junto al león!_ Jorge Andrés enfoca el lente del teléfono móvil. Ella sonríe coqueta posando para él. Con aquella sensible mirada desea decir sin palabras que aun lo quiere demasiado. Que a pesar de las frías distancias que comenzarán a separarlos, nunca olvidará lo que juntos han construido. Que siempre mantendrá consigo este precioso recuerdo, que grabará con fuego en su alma cada secreto compartido y cada uno de los besos robados.
Más ahora cada mirada es una triste despedida, pero ambos saben que a pesar de todo, la tristeza del momento no logrará marcar un final, pues es en este preciso instante que cada mirada adquiere el valor de un nuevo comienzo. Es el inicio de una historia de amor, un relato de dos espíritus destinado a estar juntos.



_ No, no es mi novia_ Responde Jorge Andrés a sus amigos. Hay algo de nostalgia en sus palabras_ Pero no les mentiré al decir que cuando regrese gustoso le pediré que lo sea_ Un leve suspiro escapa al ver las fotografías que ha elegido para enmarcar.
Sus dos amigos ríen dándole unas amistosas palmadas en la espalda, los tres observan cuidadosamente los cuadros que adornarán los muros de los anhelos de Jorge Andrés.