Lo más seguro es que no escribiste
el poema con tinta negra,
sino con tinta verde
y así recorriste el vasto sur,
cuando eras chico
no volaste la cometa, sino el poema,
pues el poema era tan solo un poco de viento,
de tu pluma salían todos los aromas
que impregnaban las hojas,
sembraste la mejor semilla
en la tierra más fértil
y el árbol se hizo gigante
y así te hayas ido
tu corazón aún se siente.

Yo te imagino escribiendo desde el jardín
a las dos ó tres de la madrugada
con una letra de rosas
esquivando las espinas
y dándote un baño de luna.
En tu poesía no hay laberintos
ni escombros del lenguaje
sino un largo viaje
por el mágico bosque.

Escribiste el caer de las hojas
sobre el majestuoso río
y el ruido del viento
entrando por las ventanas
y así te hiciste grande,
desde tu primer verso se siente
ese sabor a menta y a hierbabuena
perfumando el ambiente.

No naciste entre cíclopes de piedra
sin entre árboles arañando la luna
con el pasar del tiempo te hiciste universo
y te fuiste de tu morada sureña
y la dejaste para el que sueña
para el que quiera seguir tus huellas
así tenga los pies más pequeños.

Desde esta noche de lluvia y viento
me he atrevido a escribirte estas letras,
no para que cese la lluvia,
ni para que el viento cambie de rumbo,
sino para que siga lloviendo
y el viento toque todas las puertas.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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