Ahora cierro mi boca, y apreto mis dientes.
Los mismos que violentamente se reprimen
cuando tan cerca tienen el aura de tus pezones,
ese juego de simetría que deleita mis labios.
Los mismos con los que callo llamarte desde lejos
o beben el aire cálido de tu cuerpo desnudo.
Los que se esconden en tus refugios
en las neblinas del sueño o en la fiesta de tu risa.
Apreto mis dientes en el pórtico de mi boca.
Otra vez lo mismo. Encender los cigarrillos
esperando que suban las vacías
columnas de humo por la delicada materia de tu piel.
Resulta sumamente difícil seguirlas,
son fenómenos artísticos que te contornean y dibujan,
como difusos substitutos de la sangre,
te recorren como desearía hacerlo con mi lengua.
Esa, que está enjaulada en la mazmorra de mi boca.
Texto agregado el 04-12-2016, y leído por 155
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Lectores Opinan
05-12-2016
¡Es muy bello y propio de un ser que ha amado en cuerpo y alma! Tengo escrito algo así. Es viejo pero me sirvió para sentir empatía con lo que expresa el texto. Un abrazo. Marthalicia
04-12-2016
Me agradó mucho, plasmate hermosas y sensuales imágenes. :) Julia_Flora
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