Loo abre la ventana de la estancia , espera que el humo que se desprende de los cigarrillos recién encendidos no contaminen la atmósfera del pequeño cuarto _ ¿Y Fuiste anoche?_ Pregunta mientras disfruta de las bocanadas de aire fresco que ingresan por el tragaluz.
_ ¿Para donde?_ Responde Bruja buscando un cenicero de entre las gavetas de un mueble cercano a la silla en donde me encuentro.
_ Para allá... Donde ibas a ir... ¡Para allá Poh!_ Por el rabillo de sus ojos Loo me observa. Puedo percibir su esquiva mirada, obviamente comprendo que mi presencia incómoda la conversación.
_ Si, al final si salí..._ Bruja fuma dándome la espalda mirando el paisaje a través del grueso vidrio. De igual manera creo que observa mis reacciones en el reflejo de los cristales.
_ ¿Que mierda hago acá?_ Pienso mientras me muevo algo inquieto en la silla, sintiéndome el invitado indeseable.
_ ¿ Y... Qué pasó al final... Lo viste?_ Nuevamente Loo me mira sin mirarme (No sé si se entiende) y ese continuo gesto comienza a incomodarme, paradójicamente me divierte y molesta al mismo tiempo.
_ Sí... La pasé bien... _ Creo que es Bruja quién ahora se incómoda. Lo sé por la esquiva respuesta. Esto poco a poco se está transformando en una tragicomedia griega. Me hace reír la situación mientras pienso que no debí venir.
Loo y Bruja seguramente dejan lo que no debo escuchar de la plática para más adelante cuando yo ya no esté; y concentrándose en mi compañía preguntan respecto a mi estado de salud y de mis continuos viajes a la ciudad. Conversamos trivialidades mientras vemos como las historias de dos amigas se esfuman en conjunto con el humo de los ya casi extintos cigarrillos.