No puedo sentir aprecio por aquel
que le ha arrebatado todo, dejándolo
desnudo en la obscuridad.
Quemándose en los fuegos del infierno
debería estar, pobre y triste imbécil que
solo daño sabe hacer. Que solo sufrimiento
crea, y odio y desprecio entrega.
Espero que la vida sea justa contigo y
te deje relegado, al último rincón
solitario del tártaro en el cual
habitarás, cuando tu estadía en
este mundo llegue a su final.
Texto agregado el 13-11-2016, y leído por 153
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Lectores Opinan
13-11-2016
¡Qué tal maldición le envías al que parece un ser muy jodido! En fin, Me gustaron los cinco versos finales: muy claros y precisos como las ideas de Renato Descartes. Un abrazo Marthalicia