La niña Isabel La lluvia golpeaba la ventana insistente, ansiosa, urgente el viento vino en su ayuda y silbo por el corredor vacío Pero la niña plácida dormía acunada por el invierno y la noche soñaba con olas de espigas rubias navegando sobre trigales soleados Había besado la niña Isabel la boca dulce aun tibia había amado la niña Isabel su cuerpo aun dulce , húmedo No estaba sola la niña ese invierno la lluvia y el viento celoso que rugía venían a salvar a la niña del amor la querían inocente para jugar Se agito la niña en su habitación un roce en los labios la despertó dibujo una sonrisa somnolienta y se entregó de nuevo al placer del amor.
Texto agregado el 09-11-2016, y leído por 188 visitantes. (2 votos)