Eres la Selva

Noche tranquila de tus mares en calma, busca mi alma sin puertos esperando tus banderas… te pienso descubro, tal vez no eres el mar en calma. Eres el mejor de los tormentos
Al borde del abismo estallan el clamor y el frenesí, el estupor de tus tambores, braman los navíos en el altamar de tu distancia que buscan tus secretos en mi oído con tus labios que son proa que rompe en mis delirios, en lo dulce de tu voz que propaga en mi aliento el veneno de tu ardor
Somos antorcha y grillete de ambos, la Julieta de su Shakespeare, el bolívar de cinco continentes, el Caribe y su cálido mar.
Limpia de mi piel la sal que deja el mar con lo dulce de la tela de tus labios, con tu voz que me canta al oído la melodía del amanecer, los sonidos del viento que llena mis fronteras y mis fuertes sin liberar, acaricia mi Caribe y el volcán de mi sur, las cataratas del oriente y el occidente de mi voz.
Tu eres la selva y yo la canción pirata de tus fuertes inexplorados, te espero caprichosa entre las ruinas de mi imperio y te encuentro diluida en el sabor sódico de mis labios que cabalgan en tu boca, dulce continente que anhela mi reino perdido.
Tu eres la selva y yo poesía del llano y la vara del pastor que se agita en la pradera… tú la misma, la selva, mi selva.
Soy la costa de mi Caribe olvidado, soy el silencio y la voz del viento que te lleva en su rugir.

Tu eres la selva de las mariposas amarillas, de los pescaditos de oro que aletean y que navegan en la trenza de agua dulce del imperio de los dos… tu eres la selva y yo la nada… tu Julieta y yo tu Shakespeare.