“DONDE SE COME NO SE MANIPULEA” (Gajes del Oficio) Noviembre 2016
Estábamos trabajando en un pueblo pequeño, tenía un solo empleado, ya que la obra no era muy grade. Era pleno verano, el calor era apabullante, como estábamos solos vestíamos bermudas y en cueros, ya habíamos terminado la parte interior de la casa y estábamos impermeabilizando el exterior; Cachito, tal era el apodo de mi ayudante pintaba la parte trasera que daba al patio, y yo el frente, le había recomendado que tuviera cuidado, que el bombeador estaba conectado con unos cables pelados ya que los electricistas no me dieron bolilla para que los encintaran.
Luego de adelantar bastante, dejando el frente casi listo, escucho en un tono muy bajo, la voz de Cachito llamándome, asustado, pensando que podía haberse electrocutado, baje corriendo de la escalera doy la vuelta y lo encuentro semi agazapado y señalando al balcón de la casa vecina, no veía nada. Le pregunto. ¿Qué pasa? Y con la cabeza me hace seña que mire, para mi sorpresa, veo que tres jovencitas, dos morocha y una rubia se asomaban y se mostraban haciendo topless, mientras se escuchaban sus risas y cuchicheos.
Al vernos se escondían y de a una volvían a exhibirse, girando y haciendo poses de modelos, se podía apreciar, por entre las barandas de madera que no era solo topless , el pibe estaba al palo, quería saltar el tapial.
Luego de contemplar el espectáculo ,muy agradable por cierto ya que realmente tenían unos senos y colas perfectas, nada de siliconas o cosas raras, le dije, teniendo en cuenta los consejos de mi viejo, “donde se come no se manipulea”, ya te entretuviste bastante, apúrate que tenemos que acabar..., mejor dicho terminar los trabajos y pasar a cobrar.
Agustín Secreto
|