Judith se acomoda en el mullido sillón disfrutando de un vodka bien frío que acompaña su recién encendido cigarrillo. Observa con curiosidad las múltiples maquinarias de construcción que se mezclan con el inmobiliario que adornan las salas de la casa.
Entre medio de betoneras, escaleras, bolsas de cemento y varias herramientas esparcidas por todos los rincones se desarrolla una alegre fiesta entre un puñado de amigos; comparten graciosas anécdotas, carnes asadas y buena compañía.
Judith piensa que las personas que le dieran la bienvenida como si se tratase de una antigua amiga (a pesar de ser la primera vez que va a ese lugar), poseen almas honorables y amorosas. Se siente a gusto y muy cómoda. Comparte impresiones de cotidianidad con Angélica la dueña de casa y disfruta de la conversación que divaga entre los arreglos del lugar y preguntas acerca de los dos hijos de la anfitriona.
Todos deciden salir al patio para disfrutar de la noche y bromear riendo con las habilidades de Manolo el improvisado cocinero. Mientras tanto Judith queda sola por algunos minutos en la sala de estar, disfrutando de su cigarrillo espera a Jorge.
Jorge entra en la atiborrada aula, y mirando directamente a Judith a los ojos le sonríe. Extrae de uno de sus bolsillos un pequeño dispositivo musical mp3 que instala en el equipo de sonido.
Apagando la luz principal y encendiendo una pequeña lámpara camina hacia ella. Es en ese instante cuando comienza a sonar la canción "Hermoso" del conjunto de rock Marillion. Los acordes de la dulce balada llenan la penumbra de la estancia.


"Todo el mundo sabe que vivimos en un mundo donde le damos nombres equivocados a las cosas hermosas
Todo el mundo sabe que vivimos en un mundo donde no le damos a las cosas hermosas una segunda mirada.
Sólo el cielo sabe que vivimos en un mundo donde a lo que llamamos hermoso es solo algo a la venta
Las personas ríen debajo de sus manos mientras a lo frágil y lo sensible no se les da posibilidad
Y las hojas cambian del rojo al café.
Para ser aplastadas.
Para ser aplastadas.
Y las hojas pasan del rojo al marrón
Caen al piso
Caen al piso"


_ Ven baila conmigo_ Jorge toma a Judith de la mano, ella se deja llevar_ Te anticipé que este día llegaría tarde o temprano y la promesa de este baile era inevitable_ Ambos sonríen cómplices.
Se abrazan dulcemente, enlazándose en un solo ser. Esta vez abrazándose de una manera muy diferente a todas las veces que anteriormente lo han hecho. Balanceándose lentamente al ritmo del rock progresivo de la banda inglesa.
Con los ojos cerrados disfrutan de la talentosa voz de Steve Hogarth. Único testigo de este cariño que renace entre el tierno abrazo, manifestación de amor que ambos se profesan desde que el destino los volviera a unir.


"No tenemos por qué vivir en un mundo donde damos malos nombres a cosas hermosas
Deberíamos vivir en un mundo hermoso
Deberíamos dar a la belleza una segunda oportunidad.
Y las hojas caen del rojo al café
Para ser aplastadas,
aplastadas
Y las hojas pasan del verde, al rojo y al café
Caen al piso
Y son aplastadas"


_ ¿Recuerdas que hace algunas semanas atrás te dije que llegaría el día en que te iba a preguntar algo importante?
_ Si, lo recuerdo bien. ¿Me harás la pregunta ahora?_ Judith lo mira interrogativa.
_ Judith Cecilia. Desearía escribir nuestra historia; narrar como se ha vuelto una necesidad estar juntos a pesar de lo que pueda acontecer. Relatar cada uno de los momento cuando vestimos nuestras almas de alegrías o tristezas, escribir como disfrutamos al compartir las cosas simples de la vida. ¿Te imaginas que es lo que deseo preguntar?


"Eres suficientemente fuerte para ser...
Tienes la fe para ser...
Lo suficiente sensato para ser...
Lo suficientemente honesto para decir
No tiene por qué ser igual
No tiene que ser de ésta manera
Vamos y tararea tu nombre
¿Eres lo suficientemente salvaje para recordar lo hermoso?
¡¡Hermoso!!
Y todas las hojas pasan del rojo al café
Para ser aplastadas
Aplastadas
Y todos caemos del verde, al rojo y al café
Caemos al piso
Pero podemos cambiar"


Bailan abrazados dentro de una esfera de emociones, lugar en donde la poesía diseña palabras de tiernos amores que dictan párrafos de no extraviar ni olvidar lo que se intenta decir, pues no hay demasiado tiempo.
_ Solo deseo que tu quieras lo mismo que yo_ Judith susurra al oído de Jorge mientras lo abraza con más fuerzas.
_Hemos pasado una vida de momentos inolvidables; y recuperar nuestra amistad es lo mejor que nos pudo haber pasado. Necesito saber si me acompañarías en un nuevo viaje que deseo emprender, pero ya no como mi amiga. Te quiero mucho y siento algo muy fuerte por ti. No voy a seguir ocultando lo obvio que es, pues me he vuelto a enamorar de ti. Me he vuelto a enamorar de tu sonrisa, me he vuelto a enamorar de tu mirada, me he vuelto a enamorar de tu alma.
Jorge toma su rostro con ambas manos, mirándola fijamente a los ojos_ ¿Judith Cecilia? Necesito saber si sientes lo mismo que yo. Necesito que me digas... ¿Judith Cecilia, deseas ser mi pareja?


"Eres suficientemente fuerte para ser...
¿Por qué no te levantas y lo dices?
Date a mí mismo un respiro
Se reirán de ti de todos modos
Entonces ¿por qué no te levantas y eres
Hermoso?
Negro, blanco, rojo, dorado y marrón
Estamos atorados en este mundo
Donde no hay a donde ir
Cambiemos
¿De qué tienes tanto miedo?
Muéstranos de lo que estás hecho
Sé tú mismo, sé hermoso..."