Lisboa
Si tuviera que elegir entre la pobreza de antaño y la opulencia del presente, sabría muy bien con cuál me quedaría.
¿De qué me sirvió tanta riqueza si he perdido lo primordial en la vida?
¡Oh Dios, cómo extraño mi vida pasada, qué lejos quedó! Casi olvidada pero no por mi, sueño con ella cada noche de mi vida y hoy en especial recuerdo a Portugal, a mi Lisboa querida, patria de mis ancestros, ¡de mi madre!
¡Qué tristeza siento en el alma al recordarla!, aún la veo, en el jardín de nuestra casa, aquella casita blanca de tejas rojas y puerta gastada, junto al rosal cuya deliciosa fragancia inundaba, no sólo nuestra casa sino la de la cuadra entera, cantando aquellos bellísimos fados que a pesar de mis años no he logrado borrarlos de mi mente, con aquella voz cristalina y suave que contagiaba y que yo al no poder seguirla, tarareaba, ¡cómo quisiera hacerlo ahora!
Lisboa, ¿Por qué no pude volver? ¿Por qué Dios mío? ¿Por qué te recuerdo aún como el día que nos marchamos? Aquel hermoso y triste día soleado cuando dejamos todo atrás luego de la muerte de mi padre para venir a América, a la América prometida, a este país gris, de casas grises y clima también gris como sus casas, dejando a nuestra familia, a nuestros amigos, a aquella hermosa muchachita de largas trenzas oscuras y ojos azabache.
Así recordaba Don Jesús, sólo, al final de su vida, rodeado de tantos lujos como el dinero pudo darle pero sin amor, sólo le quedaban los recuerdos pero no quería recordar porque con cada recuerdo se le iba un trocito de vida pero volvían a su mente una y otra vez.
También pensaba:
___¿Qué había hecho su generación por Lisboa?, nada se decía, sólo enriquecerla como lo había hecho él mismo, pero Lisboa ya no era la misma, sus casitas a orillas del Tajo ya no eran las mismas, Lisboa había sido en su época una ciudad antigua pero ahora era una ciudad vieja, lo sabía por las cartas de sus parientes donde le contaban todo lo que él hubiera querido ver pero no tuvo el valor de volver.
Y una canción ocupó su mente la que le hizo verter una lágrima que al rodar por sus mejillas tenía un sabor demasiado amargo.
La canción decía más o menos lo siguiente:
___Lisboa está velha, cheia de charme e beleza, vocé estava linda a sorrir e assim vestida graciosa, o véu de nostalgia cover o seu rosto a linda princesa…
(Portugués)
En español sería algo así:
___Lisboa antigua reposa, llena de encanto y belleza, que fuiste hermosa al sonreír y al vestir tan airosa, el velo de la nostalgia cubre tu rostro de linda princesa y la canción sigue, no volverá Lisboa antigua y señorial a ser morada feudal y a su esplendor real… las fiestas y los lucidos “araos” y los pregones al amanecer, ya nunca volverán…
Y con esta hermosa melodía Don Jesús cerró lentamente sus ojos para no volver a abrirlos jamás pero a pesar de eso, sus sordos oídos seguían escuchándola y lejos, muy lejos, allá en Portugal, en su amada Lisboa, una madre se reencuentra con su hijo en una casita blanca de tejas rojas y puerta gastada, junto a un rosal de hermosas rosas rojas y cantando aquél hermoso fado que decía así: (portugués)
___Uma casa portuguesa e com certeza… se pierden en el tiempo.
Omenia.
|