Inicio / Cuenteros Locales / tsk / El fin de la historia.
Había llegado el momento de la concordia y nos fundimos todos en un fuerte abrazo. Era como comenzar de nuevo, de cero, sin rencores, con la esperanza de lograr un fructífero futuro. Las risas en adelante sustituirían a los llantos; tanto es así que, quizá para abrir boca, el Salustio empezó a descojonarse a mandíbula batiente. Y tanto fue así también que comenzaron los mosqueos y acabó aquello a hostias. |
Texto agregado el 31-10-2016, y leído por 172
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