Nota introductoria:
En 1975 leí de Roland Barthes el artículo ¡Qué es la escritura? y recordando ese artículo analicé mi propio texto: Dice Roland Barthes que Jacques René Hébert, editor de un periódico : Père Duchêne, entre 1790 y 1794, jamás comenzaba un número sin poner "¡mierda!" o algunos "carajos". Son groserías que señalan un estado o situación revolucionaria. También que existe una relación íntima entre la Historia y la Literatura. La primera se atreve a desgarrar la literatura y desde el momento en que, el que escribe, deja de ser testigo universal para transitar la domesticación de la forma literaria y culminar en la existencia de un escritor sin Literatura. El estilo será ese lenguaje autárquico que se hunde en los mitos personales y secretos del autor. Algo más: el estilo es siempre un secreto: ese secreto es un recuerdo encerrado en el cuerpo del escritor.
Recién al escribir El fluir de la consciencia..., treinta y siete años después, comprendo el sentido de lo que quería decir.
PARTE I
“El pasado no está muerto ni enterrado. De hecho, ni siquiera es pasado” -William Faulkner, Réquiem para una mujer
¡Mierda! ¡mil veces mierda! me voy a la parte de atrás de la casa refugio elegido para alejarme del quilombo, me harta escuchar todos los días las mismas peleas. ¡todo es una mierda y no quisiera estar acá, quisiera estar muerta! pensamientos de mi infancia y adolescencia pero por más certeza que tuviera de que irme sería lo mejor nunca hasta que… -muchos años después lo hice cuando estuve lejos no era porque yo me fuese sino porque se iba ella me lo pasé mucho mejor que a su lado mejor porque estaba más tranquila podía estudiar frecuentar amistades…y amarla más que Edipo a su madre en cambio si está donde yo estoy el ambiente es beligerante enrarecido tóxico mi único objetivo es inventar cosas que la molesten cosas jodidas para contribuir con el infierno hogareño ya se me ocurrirán ideas para amargarle la vida como aquel día que me retó y me insultó después me llamó a la mesa y pasé delante de ella, cómo me divertí ese día él y mi hermana, que estaban comiendo se tuvieron que aguantar el olor a acaroína famoso Fluido Manchester del balde de agua sucia apestando a gallinero o peor aún , a chiquero recién higienizado, para que les diera asco ¡qué placer me produjo disfrutar de ese momento! ¡ahí sí que tuve que correr para esquivar el plato que me tiró! ¡estaba hecha una fiera! estoy harta los oigo pelear todos los días los veo tirándose platos, tazas, floreros, cepillos a la cabeza tengo que estar atenta porque mientras los miro el improvisado proyectil puede dar contra mi cabeza así que mis reflejos para esquivarlos no admiten distracción empieza el día y yo me levanto temprano para imaginar que estoy sola en la casa o –mejor aún- ¡sola en el universo! me preparo el mate amargo y un platito con bizcochitos de grasa que compré el día anterior momento perfecto sin apuros frente el libro en la página que dejé marcada leo con fruición Los hermanos Karamazov de Fedor Dostoiewski ¡qué no se levante nadie, por favor, que no se levante nadie! Cuando más metida estoy en la novela y más alejada de la hedionda realidad, ella se levanta viene a la cocina me da una porción de torta casera qué rica que es, me cago en la gordura cómo me gustaría volver a la amo, ¡la quiero con toda mi alma! pero bastante más tarde, se despierta él ella le ceba mates, charlan empiezan en forma apacible, tranquila y luego, lo que empezó como pacífica conversación acerca de cualquier boludez va subiendo de tono se va caldeando: –“La pava hay que ponerla con el pico mirando al norte” y ella de puro mal llevada dice -“¿Por qué mirando al norte? -Porque es así como hay que ponerla-, en alarde de “racionalidad” argumentativa -Vos siempre mandando, -la escucho decir qué esfuerzo para seguir concentrada tengo que volver a leer la misma página- por eso la vieja atorranta de tu madre los echaba a tu padre y tus hermanos gemelos afuera”- “Se pone mirando al norte porque lo digo yo” –, duplica la deducción lógico-racional-autoritaria tengo que irme ya me lo veo venir pero no me puedo rajar justo se sentaron en el porche apenas vean que me estoy por piantar, chau , toda la bronca que hay entre ellos cambia de dirección viene directamente a mí él claro porque no soy su hija y se goza en decirle -“¡Ahí va la puta de tu hija! ¡Siempre en la casa de los vecinos o atorranteando, franeleando con algún macho!” – le debe dar bronca saber que su jermu fue de otro tipo antes que de él tengo la carga de por vida de ser la prueba ella se engancha porque no sabe cómo manejar la fogoneada de él yo escucho espero ver qué dice ante tanta basura sobre su hija aunque el vago debo decir la verdad no sólo le tira mierda sobre mí, también se la arroja a su propia hija cae en la volteada sumada al montón de mujeres putas de las que se compone el mundo incluida su propia madre mi media hermana es su hija y lo quiere como cualquier hija puede querer a su padre pero yo no conozco a mi papá, y no sé cómo es tener uno, la odio porque ella me sacó de su lado un año y medio tenía, para irse con él, ¿por qué dejaste a mi papá si siempre estás peleando con él?” pregunto, ella tozuda -“Son cosas que pasan y pasaron hace mucho tiempo”, replica a los insultos lo mira con odio lo manda a la mierda y le tira el mate por la cabeza o lo que tenga en la mano… mmmh abandonó todo por él menos mal que no me abandonó a mí o tal vez hubiera sido para vivir y hacernos vivir esta realidad mejor hubiera nos compra la comida, la ropa que usamos nos manda a la escuela cuando no aguanta más se va a la mierda por dos buenas causas una manifiesta: para salir a ganar el dinero que se necesita para comer “si yo no voy a trabajar ustedes no comen” ¿así? la otra encubierta para estar lejos de él para que no la joda pero no lo dice porque él no trabaja si lo hace se lo gasta en el juego nunca tuve un verdadero marido ahí nos quedamos mi hermana y yo la mayor herederas del quilombo apechugando de prepo haciéndome cargo de la casa y de cocinar y lavar la ropa estoy segura que la lavo mal la puta ropa se va percudiendo cuando venga me la tira a afuera tomando un color amarillento pardusco yo sólo quiero ir a jugar con mi hermana… después de un mes o dos vuelve la ve me la tira por la cara ¡vieja de mierda las sábanas son muy grandes! - “Bueno mamá, la lavo otra vez”, “No ahora dejala que la lavo yo” ¡sos una bruja te odio! ¿querés que te cebe mates, mamá? me oigo cuando mi hermana lloraba porque no podía hacer los deberes quién iba a ver a la maestra sí quién iba llevándola a la rastra cruzando alambrados de mierda que te rompen la pollera tanta ropa que tengo campos vecinos para preguntar ¿señorita cómo la ayudo? ¿ ¿quién lo hacía? ¿quién estaba cerca de ella? yo yo y yo atendía a las gallinas y los conejos, les daba trigo agua fresca juntaba los huevos mientras mi hermana hacía los deberes cuando le resultaba difícil, lloraba. ¡qué desolación sentía yo cuando eso pasaba! intentaba ayudarla para que se tranquilizara pero no me acordaba me desesperaba y hasta me enojaba conmigo misma y con la pobre… era cuando íbamos a preguntarle (y a rogarle) a la maestra cómo se hacía esto aquello el problema de regla simple…
(Continuará)
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