Pájaros ausentes.
¿Sabían acaso por qué los pájaros estaban desapareciendo?
¿Por qué cada vez los veíamos menos?
Hace millones de años, los pájaros eran libres, volaban sin temor pero al pasar el tiempo, el hombre en su afán de adueñarse del universo, poco a poco los fue capturando, enjaulando y hasta matando.
El pájaro es una de las especies más bellas de la tierra, por sus colores, sus gorjeos, sus plumajes, pero para ello deben ser libres, un pájaro enjaulado pierde el brillo en sus plumas, su canto no es melodioso y la tristeza se refleja en su mirada.
Pero, un día, luego de la sumisión de tantos siglos, los pájaros como por arte de magia, al despertar en la mañana, hasta ellos se sorprendieron, casi sin darse cuenta comenzaron a hablar unos con otros. ¿Se imaginan lo que fue aquél día?
Al ver que se podían comunicar entre si por medio de la palabra, todos comenzaron a hacerlo tan pero tan fuerte que el hombre y los demás animales al escucharlos, enmudecieron.
Y como toda sociedad que se precie de tal ser, los pájaros libres, necesitaban un líder, salvo los que estaban en jaulas, esos no podían hablar, entonces tuvieron su primer problema, ¿Quién gobernaría el reino de los pájaros? ¿Quién tendría la sabiduría suficiente? Y ¿Qué pasaría luego?
Muchas eran las preguntas que se hacían y muy pocas las respuestas hasta que habló el águila diciendo que ella era la más grande y que le correspondía, por tamaño ser el líder pero aún entre las águilas, las hay sabias y tontas, grandes y pequeñas entonces apareció el cóndor andino, el ave más grande del mundo actual y con su majestuosidad, sin que nadie se lo prohibiera se coronó rey de los pájaros.
Ahora vendría lo peor, saber qué hacer, a dónde ir, las ciudades no eran agradables para volar y además las enjaularían por eso el cóndor rey convocó a una reunión de pájaros los cuales decidieron por unanimidad que lo más seguro para ellos era volar hacia el Amazonas, allí aún existía algún lugar al que el hombre no podía entrar y ese sería su hogar.
Y fue así que un día, el cielo se oscureció, el sol parecía haber desaparecido y a plena mañana volaron los pájaros hacia su nuevo destino, horas duró ese fenómeno, los humanos y los demás animales sólo veían un manto negro entre los humanos era tal el temor que nadie se atrevía ni siquiera a moverse mientras que los animales se escondían donde pudieran.
Luego de horas interminables poco a poco el sol volvió a asomarse y el gorjeo de los pájaros se fue apagando lentamente y en un lugar muy apartado de la civilización los pájaros del mundo se dieron cita, donde vivirían felices por el resto de sus vidas y protegidos por el cóndor rey como decidieron llamarlo, lejos de la gente, libres por fin pero ahora comenzaba algo que ellos no habían tenido en cuenta, ni siquiera su líder, ante tanta cantidad de pájaros juntos en un mismo lugar, la comida no alcanzaba, tenían que procurarse el sustento diario y era muy difícil, el hombre sembraba y ellos podían comer y hasta en las plazas, el mismo hombre les daba de comer pero ahora estaban solos y poco a poco al no tener comida suficiente para todos, algunos morían mientras que otros como pudieron fueron regresando a las ciudades y a los campos donde los más fuertes pudieron llegar y fueron salvados por… el hombre que al verlos sufrir los ayudaron, los alimentaron y los volvieron a dejar libres.
Todos habían aprendido la lección, los pájaros no podían vivir sin el hombre y el hombre no podía vivir sin los pájaros.
¿Qué sería de nosotros sin su canto melodioso, sin ver la hermosura de su plumaje, de qué servirían las hermosas Primaveras sin el canto del Ruiseñor o de simplemente un gorrión?
Todos hemos aprendido algo, nadie puede vivir apartado de los demás seres de la Tierra ni del Agua ni del Aire, las ciudades, los campos etc… los creo el hombre de la mano de Dios o la Naturaleza como quieran llamarlo y todos dependemos de todos, aislarse es cosa de tontos.
Omenia
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