Extraño.

No sé porque pienso lo que pienso,
ni porque hago lo que hago.
¡Estoy tan raro!, ¡no me reconozco!
Quizás se deba a que los tiempos están
cambiando, el mañana no será igual a como
lo soñamos ayer, ni el ayer será recordado como
lo es hoy. Vientos de nuevas eras con prometedoras
ideas soplan con fuerza.

Si esa es la razón de mi extraño comportamiento, bienvenido
sea, bendita rareza.