Inicio / Cuenteros Locales / godiva / La víctima
Lo planificó con mucho cuidado. Durante meses observó cada uno de sus movimientos. Conocía sus horarios e incluso dónde vivía.
"Casualmente" abordaron el mismo tren; él le cedió el asiento y deslizó un comentario trivial. Ambos sonrieron. Otra "coincidencia": bajaron en la misma estación.
Llovía. Sergio llevaba paraguas e impermeable, ella solo un abrigo liviano.
-Te acompaño...para que no te sigas mojando... ¿compartimos un taxi?
Clara aceptó.
El taxista atravesó distintos barrios y cuando pasaron frente a la casa de Sergio, él no le indicó que se detuviese.
Ella lo notó, y simuló no haberse dado cuenta.
Bajaron en una zona oscura y descampada. Sergio le ofreció su impermeable, la cubrió con el paraguas y avanzaron juntos hasta el final de la calle.
Transpusieron la verja de una antigua mansión.
El sendero resbaladizo a causa de la lluvia resultó una buena excusa para que él la tomara de la cintura.
Notó que la mujer respiraba ansiosa; observó su cabello mojado y la imaginó tierna y vulnerable.
Llegaron a la puerta de la casa. Sergio se dejó conducir, y mientras subían por la escalera, pensó que era un hombre de suerte. Clara lo invitó a pasar a su dormitorio, lo miró provocativamente...
Él miró el espejo del tocador, y mientras ella besaba con lujuria su cuello, descubrió horrorizado que solo veía su reflejo.
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Texto agregado el 22-10-2016, y leído por 207
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