Bajó del tren con paso tímido aunque seguro .
Contempló como el ferrocarril se iba mientras sus pies le dirigieron automáticamente hacia la salida con la seguridad de quien conoce el camino a pesar de no haberlo pisado en lustros .
Un camino desde el que se veía la casa familiar , hogar de risas y llantos , de alegrías y tristezas , de besos y gritos , de nacimientos y funerales . Hogar al fin y al cabo como todos los hogares .
Estaba a punto de cruzar la valla cuando lo vio ; tumbado cuan largo era . Lo reconoció a pesar de que los años habían pasado para ambos , años de vagar casi siempre sin rumbo para uno , años de firme raigambre para el otro .
Y ahora allí estaba frente a él , la piel leñosa besando la húmeda hierba , las ramas rendidas como brazos cansados de intentar alcanzar el cielo , las raíces desnudas huérfanas de la tierra madre ; algún tormentoso viento lo había vencido después de décadas de enfrentamientos . . .
Una lágrima resbaló por su mejilla para ir a estrellarse contra la maleta , la cual tomó del suelo donde la había dejado mientras sus pies tomaron el camino de regreso a la estación .