LO BUENO NO DURA MUCHO
Nerón era un trotamundos, estaba trabajando para una empresa constructora en Buzios, refaccionando un camping propiedad de Eloísa, un hermosa mulata, de un físico espectacular , pechos opulentos, cintura cimbreante, y un trasero digno de admirar , sus ojos verdes fluorescentes se destacaban en su tez color chocolate, una cabellera rojiza con un look afro completaban el conjunto.
Había sido azafata, y luego modelo, hasta que engancho a un millonario, dueño de una cadena de periódicos, que al divorciarse, pocos años después, además de un hijo, le dejo departamentos en Río de Janeiro, y en Sao Paolo, una facenda y un camping en Buzios en completo estado de abandono. En una de sus visitas a las obras, Nerón pudo hablar con ella y comentarle que lo que le estaban cobrando era un robo, que él podía hacerle el trabajo por la mitad del precio.
Nerón no era un Adonis, musculoso, no muy alto, de amplias espaldas, se empilchaba bien y tenía buena labia, además era escritor y artista plástico, oficios pocos rentables, en poco tiempo comenzó a salir con la patrona, y junto a su hijo terminaron de reconstruir el lugar, al poco tiempo ya se notaban los cambios, terminaron de techar , colocaron sanitarios nuevos, los 12 bugalow fueron pintados repusieron árboles y flores, recortaron la ligustrina que cercaba el perímetro y el Camping Fénix inauguro sus instalaciones .
Todo marchaba viento en popa,, salvo un reiterado problema que causaban las vacas de un vecino, militar retirado que se metían dentro del parque arruinando el césped y ensuciando con bosta todo el lugar.
Nerón nunca fue muy diplomático, pero para evitar problemas, y superando su asco por los militares, hablo con el vecino, quien en primera instancia negó que fueran sus animales, cuando le hizo ver que era el único propietario de ganado vacuno en los alrededores se comprometió a tomar medidas.
El problema persistía, las vacas seguían entrando y haciendo daño, y fue Eloísa, quien fue a reclamarle nuevamente al militar que encerrara sus animales,. Por un tiempo las vacas no molestaron, pero no duro mucho la tranquilidad. Cansado, Nerón no dijo nada, un levanto temprano, y empezó a cavar un amplio pozo , le cruzo varias cañas encima y lo cubrió con panes de pasto, y espero pacientemente la aparición de las vacas, la más robusta de todas, enfilo directamente hacia la trampa, no había terminado de caer, cuando Nerón maza en mano le propino varios golpes que la mataron en el acto, con paciencia desolló al animal, dejo las achuras y el cuero a la orilla del mar y salió a repartir carne por las obras en construcción de la zona, que eran muchas, ya que las mafias argentinas y uruguayas habían comenzado a blanquear plata en Buzíos construyendo por doquier, contaminando tan hermosas playas. Milagrosamente, las vacas no aparecieron nunca más . Pero el diablo metió la cola, Eloísa retomo su antigua adicción a la heroína y Nerón se fugó a Europa con su mejor amiga, mucho más joven, pero esa ya es otra historia. Agustín Secreto: Derechos Reservados