Silenciosas, sin ti, las sombras deambulan solitarias
por un vecindario donde el tiempo se detiene.
Un aire de abandono vuela sobre la tarde de otoño.
Están tristes los viejos sauces que se mecen en el parque,
como si a veces volcaran una emoción sobre los demás,
como si derramaran semillas de agridulce desaliento
para que germinaran en las presencias ausentes.
Sobrevuela convertida en espíritu la nostalgia,
una eterna despedida se perpetúa en los oscuros senderos.
monologan las turbaciones entre las hojas que caen,
ladinas, las aves guardan silencio entre el follaje.
Cada minuto busca respuestas en las cenizas del ayer
tratando de encontrar una última oportunidad para despedirnos.
Texto agregado el 14-10-2016, y leído por 198
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