Un día sin usted es como morir suicidamente 
con la lentitud que se eterniza en el tiempo tan sólo al pensarla;
es como mirar el sol con los ojos cerrados
y sentir que el paso de las lunas se torna cada vez más oscuro.
Un día sin usted es sofocarme en un calor que viste su perfume
y al seguir su aroma sentir cómo de manera brusca se quiebra mi sueño y
me trae de vuelta a su ausencia;
es caminar el día entre los lunes que se quiebran con la rutina
y al amanecer notar que el nuevo día es ayer de nuevo. 
Un día sin usted es como pararse debajo del mundo y de cabeza
y sentir que caigo sin caer realmente; 
es acallar mis palabras para siempre 
y asesinarlas con ese silencio abrumador que invita a evocarla.
Un día sin usted es sentir cómo a tientas la soledad llama a mi puerta
y se cuela por la hendidura sin ser invitada;
es lanzarse al vacío con los ojos cerrados
y nunca caer sobre el mundo.
Un día sin usted es sentir cómo los latidos de mi corazón se detienen poco a poco,
manteniéndole con vida sólo su nombre sin nombre pronunciado en sus labios.
Un día sin usted está lleno de frases rotas, puntos dormidos, comas con fiaca 
y guiones invisibles que alejan de mi ser cualquier tonta inspiración;
es naufragar en un mar de cemento entre montañas rocosas.
Un día sin usted no existe cielo, ni sol ni luna, 
todo se torna oscuro, triste y de muerte eterna.
Un día sin usted es como dejar de habitar en su memoria
y percibir que al correr hacia sus alas mis pies rozan el suelo.
Un día sin usted se torna invisible al cambiar de color
y no poder percibir su voz.
Un día sin usted mueren las sonrisas, se suicidan los poemas,
el arco iris se convierte en blanco y negro
y mis letras intentan camuflarse en sus recuerdos.
Un día sin usted no termina, se vuelve pausado, desteñido 
y sin usted.
Y sin usted... todo se vuelve nada, los días no tienen nombre,
la risa se transforma en lamento, la nostalgia ciega la esperanza
y el miedo se despierta.
Y sin usted... mi insomnio sufre de insomnio, 
de ese insomnio llamado usted.