LA HORA DE LA VERDAD
OCTUBRE DE 2016

Había llegado la hora de la verdad, atrás quedaron los primeros encuentros en el chat, las primeras charlas, los cambios de fotografías, sus confidencias, y más adelante los videos, luego las camaritas que les permitían verse y donde comenzaron a tener cada vez más intimidad, ya que el sexo virtual los había atrapado, sus noches no eran las mismas sin haberse conectado aunque fuese un breve momento para susurrarse palabras ardientes, y masturbarse frente a la pantalla, Juan era viudo y cuentapropista, no tenía problemas de horarios ni que rendir cuentas a nadie, Mónica, casada, mantenía a su matrimonio pendiente de alfileres, su marido, viajante y permanentemente fuera de la casa por largos periodos, no quería tener hijos a pesar de sus suplicas. Nunca le había sido infiel a pesar de que era una mujer apasionada y tenía necesidad de sexo, descubrió las posibilidades de la computadora e Internet para hacer amistades y conocer gente nueva, que al ver sus fotografías donde mostraba su hermoso cuerpo en malla, tomando sol o con una simple y sugerente camiseta y vaqueros recortados, la piropeaban con bellas palabras , o la encaraban de distintas maneras, algunas cercanas a la grosería , lo que hacian que su autoestima trepara varios escalones
Con Juan fue muy distinto, al comienzo la trataba muy respetuosamente, como si fuera algo inalcanzable, comentándole se situación, la soledad en que lo dejo su mujer dos años antes, al morir atropellada en un accidente de tránsito por conductor ebrio que la llevo por delante al bajar de un colectivo , cuando regresaba de su negocio de Ventas de Electrodomésticos, sin esperar a volver con él en su auto ,a raíz de una estúpida discusión. Él se sentía culpable de su muerte y necesitaba descargar su conciencia y en Monica había encontrado una confidente, que a la vez le manifestaba su intención de separarse, y a que su matrimonio no tenía futuro, fue en ese entonces que en forma casual descubrió que su marido la engañaba, y no precisamente con una mujer. Allí las cosas tomaron otro cariz, sumado al cariño que le había tomado al viudo, sus ansias de venganza y sus necesidades sexuales le hicieron dar algunos pasos que antes no se animaba a dar, luego de las camaritas y sus continuas sesiones de sexo virtual, era necesario darle a la relación otro rumbo. Había llegado la hora de la verdad Decidieron encontrarse y hacer realidad sus fantasías.
Juan no estaba muy tranquilo, hacia casi dos años que no mantenía relaciones con mujer alguna, temía no estar a la altura de las cirscunstancias,de desilusionarla
Fueron a cenar a un lugar discreto y donde los atendieron muy bien, eran tal como se lo imaginaban, parecían amantes de toda una vida. Cuando llegaron a la casa de él, luego de tomar unos tragos, comenzaron a besarse en forma apasionada y urgente, sus lenguas se buscaban y atrapaban mutuamente, sus manos exploraban por su cuenta y sobre el sofá iban quedando las ropas que caían en forma desordenada, en la tomo en sus brazos y la traslado hasta la cama, ella en la plenitud de sus treinta y cinco años tenía un cuerpo escultural, senos erguidos y opulentos, una cintura estrecha , amplias caderas y un trasero admirable, su rostro de tez clara y su pelo castaño hacían juego con sus ojos color de miel, el a pesar de sus cuarenta y cincos años se mantenía en forma, el pelo cortado al ras, barba y bigotes bien recortados, un cuerpo musculoso, su boca se apoderaba de los duros pezones de un color morado , los succionaba y los apretaba , por turno, mientras que ella suspiraba y gemía, sus manos buscaron y hallaron el miembro erguido y arrogante, de un tamaño normal aunque de un grosor poco común, que la dejo asombrada.
El bajo su cabeza hasta su sexo, depilado y liso como el de una niña, sus labios abrieron eso otros labios, sorbieron, soplaron, besaron mientras su lengua no daba abasto lamiendo y buscando el clítoris que se escondía y replegaba, los gemidos se habían transformado en gritos, intercalados con suspiros y palabras incoherentes, que lo hacían excitar más y más, sintió que toda ella se estremecía al alcanzar un violento orgasmo, luego ella tomo su verga y comenzó a lamerla como si fuera un helado , con gran esfuerzo la introdujo en su boca, el grosor no le permitía respirar bien , aun así movía su cabeza hacia atrás y hacia adelante en un mete y saca que lo ponía al borde de eyacular, no quiso hacerlo en su boca, busco penetrarla , el sexo bien lubricado y ansioso, ofreció cierta resistencia en un principio pero luego se adaptó y fue espectacular la forma en que ellas se movía, abriendo sus piernas y rodeando le la cintura con las mismas y pujando hasta introducirla hasta el fondo, luego puso su piernas sobre los hombros de el que ya casi no podía contener el orgasmo, se acostó y la subió a su sexo de espaldas a el, ellas ascendía y bajaba descontroladamente mientras el acariciaba su cola perfecta y de a ratos sus senos llegaron al orgasmo a la vez y quedaron vacíos, extenuados, se abrazaron y sus rostros reflejaban felicidad, que hoy pasado ocho años mantienen como si fuera el primer día.-
Agustín Secreto
Derechos reservados